118.
las zonas de invernada en la Península Ibérica y África.
También es importante para aquellas que deciden pasar el
invierno en estas zonas ignorando la crudeza del invierno, ya
que se pueden alcanzar temperaturas de varios grados por deba-
jo de cero. De hecho, en invierno, se alcanzan las cifras máxi-
mas de especies y de individuos. La composición de especies y
la abundancia depende de varios factores como son las tempe-
raturas mínimas en latitudes superiores, que provoca el despla-
zamiento de un mayor número de aves, las condiciones de
sequía en el sur peninsular que cuando son muy acusadas, hace
que muchas aves opten por quedarse por estas zonas donde al
menos el agua está asegurada. Así, en invernada, las cifras sue-
len variar entre un mínimo de quinientas hasta máximos cerca-
nos a los dos millares de aves, entre las que destacan el porrón
común, el porrón moñudo, la focha, el ánade azulón, el somor-
mujo lavanco, el cormorán grande, el zampullín chico o la cer-
ceta común.
En verano, sin embargo, sólo algunas especies como el
ánade azulón, el zampullín chico o la focha utilizan el embalse
como zona de cría. Las especies que utilizan materiales flotan-
tes en la construcción de los nidos se ven afectadas por las baja-
das repentinas de nivel que provoca que los nidos queden en
seco y al alcance de los depredadores. Por el contrario, las que
crían en el borde del embalse, pueden ver como se anegan los
nidos cuando el nivel sube.
Tipo de interés:
Faunístico/ Científico,
didáctico.
Interés geográfico:
regional.
Fragilidad:
baja.
Medidas de conservación:
necesarias.
Figuras de protección:
no existen.
Amenazas:
presión turística.
Conservación
: para las especies reproductoras, los cambios bruscos
del nivel del agua provocan numerosas pérdidas y además impide el
crecimiento de la vegetación acuática que es fundamental por su fun-
ción de refugio.
Rutas y paneles:
Ruta señalizada: Entre La Devesa y la Vega (Rioseco
de Tapia)
Recomendaciones:
En el contraembalse de Selga pueden observarse
hasta veinte especies de aves acuáticas diferentes, por lo que conviene
llevar una buena guía de aves y por supuesto, prismáticos o mejor aún
un telescopio terrestre. Los mejores puntos de observación se encuen-
tran en el borde de la carretera, ya que las aves permanecerán tranqui-
las por estar acostumbradas a la presencia de coches y personas. Entre
los meses de noviembre y marzo podemos encontrar un mayor núme-
ro de aves y de más especies.
Porrón común