Estar en babia (con minúscula), es estar ido; y aunque el origen de esta
expresión más habría que buscarlo en una balbuceante onomatopeya, muchas
son las veces que se ha establecido la inverosímil relación entre esta locución y
el topónimo de la comarca babiana. Sea ésto cierto o no, lo que es indiscutible
es la belleza de los pastos siempre verdes y de las escarpadas peñas calizas que
forman los paisajes montaraces de esta tierra ganadera, recientemente declarada
Reserva de la Biosfera, que invitan a la contemplación serena, al acercamiento a
la naturaleza y a, simplemente, estar en Babia (con mayúscula).
Históricamente, Babia agrupa a dos concejos que han devenido en munici-
pios, el de Babia de Yuso, o Babia de Abajo, con capital en San Emiliano y el
de Babia de Suso, o de Arriba, cuya cabecera corresponde a Cabrillanes. Las
dos Babias limitan por el norte con los concejos asturianos de Somiedo, Teverga
y Quirós. Normalmente es el cordal Cantábrico el que establece este límite en
ocasiones difuso y colmado de seculares litigios judiciales que ponen de mani-
fiesto la importancia económica que tuvieron, y aún tienen, los pastos babianos.
Tradicionalmente la comunicación con Asturias se ha realizado a través de los
puertos de Somiedo, Ventana, y también a través del puerto de la Mesa y del
Alto de la Cubilla. La Sierra de los Grajos constituye la barrera geográfica que
7.
Valle de San Emiliano. Ubiña