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Las explotaciones auríferas de La Veguellina
Aunque los robles y los matorrales que medran aho-
ra en el talud enmascaren en parte el laboreo romano,
aún es posible reconocer las distintas técnicas emplea-
das por ellos para la obtención del oro. En función de la
cantidad de metal estimado y de la profundidad a que
este se encontrase entre los sedimentos, las técnicas
extractivas eran diferentes. Así, se han reconocido en la
zona las siguientes:
-Explotación en “ocelo” o “corona”. En el extremo
sur de las labores aparece un montículo circular en cuyo
ápice se estableció un castro, que aparece rodeado por
canales concéntricos muy profundos. Por estos surcos
se vertían grandes cantidades de agua previamente al-
macenada en unos estanques situados en la parte más
alta de la explotación. El agua era desviada y canaliza-
da desde el cercano arroyo de Riofrío y, al ser liberada,
arrastraba los sedimentos de las paredes de los surcos
y los conducía hacia el fondo del valle a través de un
canal de arrastre y lavado. El oro, muy pesado, se de-
positaba en el fondo, sobre todo cuando tropezaba con
algún obstáculo como bloques de piedra o matorrales.
Cuando los ingenieros romanos consideraban que ya
había la suficiente cantidad de sedimentos en el canal,
se retiraban los bloques de piedra y se prendía fuego
a los matorrales, para finalmente batear la mezcla de
sedimentos finos, cenizas y oro. De este modo se mo-
vilizaron hasta 500.000 metros cúbicos de sedimentos,
un trabajo ímprobo, que exigía grandes cantidades de
mano de obra.
-Sistema de zanjas: aparecen como tajos en el ta-
lud, rectos o bifurcados, pero siempre profundos. El
sistema de arrastre de los materiales era idéntico al
anterior, aunque en este caso, la rentabilidad obtenida
era menor. En cualquier caso, el agua que alimentaba a
las zanjas procedía de estanques construidos para ello y
era conducida por un sistema de canales de distribución
que se fue adaptando y modificando a medida que la
explotación se extendía en el tiempo y en el espacio.
-Sistema de peines: en distintos puntos del territo-
rio de La Veguellina, así como al noreste de la vecina
localidad de Castro de Cepeda, se reconocen series pa-
ralelas de canales poco profundos que pueden alcanzar
una extensión considerable. En su mayoría se trata de
meras pruebas destinadas a valorar la riqueza aurífera
de un terreno concreto; si era la deseada, las labores
proseguían; si no alcanzaba un mínimo, el terreno era
descartado. Este sistema fue, sin embargo, el empleado
de forma mayoritaria en la gran mina que los romanos
también explotaron en la vecina localidad de Las Oma-
ñas, que aparece recogida en la página 62 de esta guía.
Detalle de una zanja.
Ortofotografía y modelo topográfico digital de las explotaciones auríferas de La Veguellina; se muestran
las distintas infraestructuras que los romanos construyeron para extraer el oro de los sedimentos.
Detalle de los sedimentos auríferos.