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es la mayor rapidez de evaporación en laderas sur frente a lade-
ras norte. En el enclave de El Faedo se suceden el hayedo, un
bosque frondoso, con requerimientos de agua elevados y una
escasa exposición al sol y el encinar, un bosque dominado por
la encina, especie de hoja perenne, con escasos requerimientos
hídricos y plena necesidad de exposición solar. Aparentemente
dos zonas separadas apenas unas decenas de metros, con una
temperatura y precipitaciones muy similares, deberían de alber-
gar comunidades similares; pero el simple cambio de exposi-
ción y el efecto térmico de la caliza determinan un cambio tan
brutal en las condiciones ecológicas del enclave, que provoca la
aparición de dos comunidades antagonistas.
Para completar la diversidad de ambientes de este
entorno, aparecen las Hoces del Villar, que con sus paredes ver-
ticales de roca caliza, permiten el asentamiento de una rica
comunidad botánica y faunística. Las condiciones propias de
los cortados obligan a un alto grado de especialización, de
modo que muchas de las especies de los géneros
Saxifraga
y
Sedum
que aquí viven, son únicas de la montaña leonesa. Estas
plantas utilizan pequeñas grietas donde se acumula materia
orgánica para enraizar, aprovechando al máximo los limitados
aportes de agua de lluvia. La estrategia común a todas ellas es
adquirir una estructura carnosa que permita acumular reservas
de agua y evitar al máximo la transpiración y por tanto, la pér-
dida de agua.
Tipo de interés:
Botánico/ Didáctico.
Interés geográfico:
regional
Fragilidad:
media
Medidas de conservación:
necesarias
Figuras de protección:
no existen.
Amenazas:
minería, presión turística.
Conservación:
El encinar y el faedo
del Villar mantienen un buen estado de
conservación por lo que aún persisten
unas interesantes comunidades de
fauna y flora. No obstante, existen algunas amenazas como la presen-
cia a unos cientos de metros de la mayor explotación de carbón a cielo
abierto de España o la masificación de visitas durante los meses de
verano.
Rutas y paneles:
Ruta guiada: El Faedo (Ciñera de Gordón)
Recomendaciones:
La primavera tardía y el verano son las mejores
épocas para visitar la zona; durante el invierno y el otoño, el caudal del
arroyo puede dificultar el acceso a las hoces. La senda que lleva a las
hoces del Villar es fácil de caminar, pero si se pretende adentrarse en
los bosques se hace necesario llevar un calzado fuerte que evite torce-
duras.
Marmitas de gigante en Las Hoces