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ten evidencias de
la actividad gana-
dera, como los
chozos para los
pastores y los cie-
rres para guardar el
ganado durante la
noche.
La existencia de
una antigua pero
intensa actividad ganadera también se refleja en la amplitud de
los pastizales, en la escasez de zonas cubiertas de matorral y en
la ausencia de arbolado. La fauna de la zona es principalmente
la que ha podido aprovechar estas circunstancias: terrenos
completamente abiertos y dominados por el pastizal. Entre los
mamíferos de gran tamaño, el rebeco es el más numeroso, ya
que cuenta con abundantes pastos y refugio en las peñas.
Curiosamente, las aves también siguen este patrón, al obtener el
alimento en las praderas aunque sitúan sus nidos en los roque-
dos. La comunidad ornítica no es muy rica ya que pocas espe-
cies logran sobrevivir en estas condiciones pero existen algunas
muy interesantes, como las chovas piquirrojas y piquigualdas,
el roquero rojo, el águila real o la perdiz pardilla.
Tipo de interés:
Geomorfológico,
Botánico, Faunístico/ Científico
Interés geográfico:
regional
Fragilidad:
media
Medidas de conservación:
necesarias
Figuras de protección:
Espacio
Natural Protegido del Valle de San
Emiliano (en trámite). ZEPA
Amenazas:
presión turística
Conservación:
El paisaje está total-
mente dominado por pastizales ya que
se trata de una zona en la que abundan
los puertos de verano para el ganado.
La diversidad vegetal es enorme, existiendo también fauna destacable.
Rutas y paneles:
Ruta señalizada: Por el entorno de Ubiña. Panel:
Ermita de Pruneda, Iglesia de Candemuela.
Recomendaciones:
La época menos apropiada para la visita es el
invierno, debido al complicado acceso y a la altitud, que hace que la
presencia de nieve sea común y las condiciones climatológicas adver-
sas. En las otras épocas se debe tener en cuenta que, a pesar de ser
pocos kilómetros, la gran pendiente hace que pueda llevar varias horas
por lo que conviene llevar alguna reserva de agua y comida.
Vegas del Panazal
Chozo y montones de piedras