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dureza y pizarras sedimentarias fácilmente alterables, lo que
genera un paisaje dominado por la alternancia de zonas sobre-
salientes y deprimidas.
Como todos los vaciados debidos a la acción del hielo,
el Campo de Martín Moro es un valle en U, es decir, en artesa,
con fondo plano y ancho y paredes bastante verticales aunque
con una pendiente que, dada la amplitud del paisaje, resulta plá-
cida a nuestros ojos. Esta morfología permite captar las aguas
de los arroyos que discurren por las laderas, hasta juntarse en la
zona central que, debido a la sobre-excavación del hielo, se
encuentra ligeramente deprimida. En este fondo, la continua
humedad favorece la instalación de una turbera, de gran exten-
sión en la Campa de Santiago. La evacuación de las aguas así
recogidas se realiza por la única salida posible del valle, desa-
guando finalmente en el río Boeza.
Otra impronta del hielo son los denominados circos
glaciares, excavaciones semicirculares como la existente en el
Pico de la Rebeza (actual nacimiento del río Boeza) que actua-
ban como cabeceras de los glaciares. También son evidencias
glaciares los depósitos caóticos denominados morrenas y las
marcas en forma de arañazos y estrías en la superficie de algu-
nas rocas vivas.
Tipo de interés:
Geomorfológico.
Interés geográfico:
Regional
Fragilidad:
Media-Alta. Por las comunidades biológicas asociadas.
Figuras de protección:
No existen.
Amenazas:
Presión turística. Regresión de las actividades agropecua-
rias tradicionales.
Rutas y paneles:
Ruta señalizada: Las Fuentes del Omaña (Murias de
Paredes). Panel: Abedular de Montrondo.
Campo de Santiago de Martín Moro