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sabinar de mirantes
Reliquia de los antiguos bosques de coníferas de la Cordillera Cantábrica
Comarca:
Luna
Municipio:
Los Barrios de Luna
Mapa 1:25.000, hojas 102-IV (Los Barrios de Luna) y 103-III (Los
Barrios de Gordón)
Accesos:
A Mirantes de Luna se
accede desde La Magdalena por la
carretera que bordea el pantano de
Luna en dirección a Villablino. El
acceso al sabinar se puede realizar
desde varios lugares a lo largo de
la carretera entre las localidades de
Mirantes y Miñera de Luna. Desde
el pueblo de Mirantes sale un viejo
camino por detrás de la iglesia en
ruinas, que sube por la ladera y se adentra en el sabinar.
La Península Ibérica ha pasado por varios periodos en
los que una buena parte de su superficie se encontraba parcial-
mente cubierta de hielo. El último periodo glaciaciar tuvo su
momento álgido hace unos dieciocho mil años y supuso la desa-
parición casi total de la vegetación arbórea. A partir de ese
momento, las temperaturas comenzaron a aumentar y los bos-
ques iniciaron un proceso de recuperación, sobre todo los bos-
ques de frondosas alcanzando su posición dominante actual. No
obstante, hubo un periodo conocido como Tardiglaciar, que
finalizó hace unos diez mil años, en el que las condiciones eran
aún muy extremas. Sólo algunas especies como las coníferas,
entre las que se encuentran los enebros y las sabinas, ocuparon
una buena parte del territorio. El sabinar de Mirantes es uno de
los escasos representantes de ese momento. En la actualidad
supone el límite septentrional de distribución de la especie en
toda Europa, lo que le convierte en uno de los bosques ibéricos
más genuinos. Las condiciones climáticas actuales son más
favorables para otras especies arbóreas, por lo que las sabinas
únicamente han sobrevivido donde las extremas condiciones de
falta de suelo limitan su crecimiento.
La sabina de Mirantes es la sabina albar. Se reconoce
por presentar hojas de tono verde oscuro a modo de escama dis-
puestas de manera enfrentada, formando pares que se van colo-
cando en ángulo de 90º. La forma del árbol en su juventud es
cónica desde la base por lo que el tronco se encuentra cubierto
por el ramaje; no obstante, el ramoneo del ganado y el hacha del
hombre han hecho que la parte inferior se desnude, lo que per-