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ribera de la garandilla
El río Omaña a su paso por la angostura de la Peña de los Palicos
Comarca:
Omaña
Municipios:
Valdesamario, Riello y Soto y Amio
Mapa 1:25.000, hoja 128-IV (Valdesamario)
Accesos:
En Rioseco de Tapia existe
un desvío que se dirige a La
Garandilla. Unos cien metros antes de
llegar al pueblo se encuentra un puen-
te sobre el Omaña, desde el que se
puede optar por un tranquilo paseo por
el camino que discurre paralelo a la
margen derecha del río, o tomar la
senda de la margen izquierda que, con
algo más de dificultad lleva hasta la
Peña de los Palicos, desde donde se
puede contemplar una buena panorá-
mica.
Cuando los ríos abandonan
las estrecheces de las cabeceras y el terreno comienza a perder
pendiente, el río va depositando los materiales que arrastra, per-
mitiendo el crecimiento de vegetación en sus márgenes e inclu-
so su aprovechamiento agrario. En este tramo del Omaña, entre
Inicio, Trascastro y La Garandilla, la vega se va expandiendo y
la ribera desarrollándose. Queda sólo superar un último obstá-
culo, La Peña de los Palicos.
La línea de vegetación densa que forman sauces,
humeros (alisos) y fresnos resguarda a otro tipo de vegetación
que crece en el mismo borde del río, y conforma un conjunto
variado, poco colorido, pero muy oloroso representado por el
apio de perro y las mentas. Las laderas de los montes que cir-
cundan el cauce han sufrido desde antiguo la explotación del
hombre para proveerse de leñas; padecido reiterados incendios,
por lo que han ido desapareciendo los robles, dominando ahora
el matorral de urces y escobas. El propio río tiene asociada una
rica fauna, destacando entre los mamíferos la nutria y el topo de
río o desmán de los Pirineos, buenos indicadores de su estado
de conservación. Entre las aves, dos especies aprovechan el
cauce de diferente forma: el mirlo acuático es común en los tra-
mos montañosos de los ríos de la Cordillera Cantábrica, buce-
ando con frecuencia en busca de las larvas e insectos que le sir-
ven de alimento. El andarríos chico, aunque más propio de la
tundra ártica, encuentra en los ríos ibéricos buenas zonas de
cría. Recorre las orillas rebuscando entre las piedras y la vege-