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as lagunas y lagos de alta montaña han recibido en
las últimas décadas el reconocimiento de zonas de alto valor
natural a pesar de que tradicionalmente habían sido considera-
das como lugares improductivos y sin interés. Por su ubicación
en zonas de alta montaña y su difícil acceso, se han visto poco
influenciadas por el hombre, manteniendo casi intactas sus con-
diciones naturales.
En la actualidad, se consideran reservorios de impor-
tantes cantidades de agua de gran calidad, más aún cuando la
degradación del agua en las zonas bajas es uno de los proble-
mas ambientales más preocupantes. Actúan también como
reservorio biológico, garantizando la supervivencia de anfibios
e insectos de montaña, al ofrecer condiciones ambientales
mucho más favorables que las de su entorno.
Muchos de estos humedales de montaña están incluí-
dos en el Católogo Regional de Zonas Húmedas. En Cuatro
Valles se ubican la Laguna Tchao, las Lagunas de La Mata, la
Laguna de El Miro, la Laguna Grande de Lago de Babia y la
Laguna de las Verdes. Todas ellas excepto la laguna de El Miro
son en mayor o menor medida accesibles. En esta guía se ha
incluido además la Vega del Palo en Caboalles de Arriba.
La altitud es uno de los factores más determinantes de
las condiciones naturales de estos humedales. Todos ellos, se
encuentran por encima de los 1400 m. lo que implica que en
L
Vegetación flotante