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escalera pétrea de acceso. Esta variedad preludia, al abrirse, al
clásico corredor que hallamos en ejemplares de casas de paja
especialmente en Omaña y de modo aislado en Laciana. En
esos ejemplares de dos niveles, el superior lo ocupa la vivienda
y el bajo las cuadras o cortes. La cocina dispone de un hogar
bajo: “
llar, llareira o txariega
”, cuyos humos se escapan por un
hueco o ventanuco a través del techo de paja, además del horno
integrado en la edificación. El hogar tradicional se acompaña
de la cocina económica y la más actual de gas butano, junto con
la nueva pila de lavar que sustituye a la tradicional o “
bugadoi -
ra
”, tallada en una pieza de piedra integrada en el alfeizar de la
ventana. Junto a la cocina están la despensa y panera, que
puede ser sustituida por el hórreo. En los valles del Alto Sil y
Omaña hallamos plantas rectangulares con extremos redondea-
dos, que se relacionan inequívocamente con las casas de
teito
de planta redondeada o pallozas, presentes en el vecino Bierzo.
Se pueden citar algunos ejemplares, en Robledo de Laciana y
Matalavilla, con planta semirredondeada que parecen corres-
ponder a mitades de pallozas reformadas, aunque su transfor-
mación impide confirmarlo.
La casa de corredor y de patín
La variedad de casa más común es la que dispone de
escalera de acceso exterior, o “patín”, enlazada al corredor,
estrechamente relacionada con ejemplares de “teito” y con
alguna modalidad de la casa “vaqueira”. La escalera se desa-
rrolla habitualmente en paralelo y pegada a la fachada, constru-
yéndose toda ella en piedra. De modo ocasional puede ser de
madera o doblarse en ele ortogonalmente a la fachada. El corre-
dor a su vez puede apoyarse en la propia escalera, ayudándose
con pies derechos de madera o pilastras de piedra. El peto del
Foto: Casa de patín en Viadangos de Arbas