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104.

mismo se conforma por un entablado continuo, que puede lle-

gar a cerrarse, o por cuadradillos o balaustres más o menos

irregulares, todos ellos de madera. Esta misma organización

exterior, de corredor y escalera, puede ofrecerse al corral, lle-

gando a conformar un amplio espacio protegido como las casas

con pórtico y portal de Laciana y Babia.

Junto a ellas la casa clásica de corredor es el modelo

unificador, disponiéndose orientado al solano, tanto a la calle

como al corral trasero o delantero y en disposiciones semejan-

tes a las anteriores. También hallamos en los valles más orien-

tales ejemplos de casas con muros resaltados laterales, simila-

res a las cántabras, que sirven de protección y apoyo de aquél.

Su longitud puede tener un pequeño desarrollo a modo de bal-

concillo, alcanzar a la totalidad de la fachada e incluso, en

ejemplares singulares, tener gran dimensión, doblándose en

correspondencia a dos fachadas. La solución más evolucionada

es la conversión del corredor en mirador o galería acristalada,

que encontramos en ejemplares a caballo entre los siglos XIX y

XX. La hallamos como cierre parcial de corredores, en mode-

los frecuentes en Laciana y Babia, pudiendo destacar un ejem-

plar espectacular en Rioscuro, cuya galería instalada alcanza a

las dos fachadas que conforman el corral, apoyándose en un

pórtico de pilastras pétreas.

En el área también encontramos ejemplares de casas

con escalera exterior sin corredor. La escalera, normalmente en

fábrica pétrea y con escalones de una sola pieza, se desarrolla

pegada a la fachada y protegida por el vuelo del alero de la

cubierta. No podemos olvidar que esta tipología se emparenta y

confunde con las variedades de casas de “vaqueiros de alzada”,

que encontramos en los núcleos altos de los valles.

La casa de los “vaqueiros de alzada”

La vecindad de una parte de los valles con el puerto, núcleos y

brañas de Somiedo, empleados por los “vaqueiros de alzada”,

hace que sea preciso señalar la presencia vaqueira documenta-

da en algunos puntos concretos de los mismos e incluso la exis-

tencia de edificaciones que pueden calificarse como “vaquei-

ras”. El grupo social de los “vaqueiros de alzada” nacerá a par-

tir de la explotación trashumante ganadera, que empleará los

pastos altos o brañas durante la época de verano, para bajar en

invierno a zonas bajas, cercanas a la costa asturiana. Esta tras-

humancia será formentada por los señores medievales del área,