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presenta todavía un pequeño cuerpo destinado a cuadra de ove-
jas, cubierta de paja con el testero resaltado coronado por losas.
Su pequeño corredor se enlaza con una escalera de piedra pega-
da a su testero. En el bloque principal se dispone bajo la vivien-
da la cuadra de las vacas, que tiene distinto acceso y corral que
las ovejas. Las soluciones de corredor pueden alcanzar, en
ejemplares singulares, dos alturas como en Vega de Gordón, e
incluso presentar los muros cortafuegos laterales rematados con
moldura, como en Nocedo de Gordón. Asimismo en ejemplares
de principios del siglo XX se convierten en galerías o mirado-
res acristalados, presente en los núcleos más urbanos como
Pola de Gordón y La Robla.
La
casa
de
Benjamín González,
en Sorribos de Alba,
tiene una gran cua-
dra-almacén y pajar
conservando su coci-
na con el horno den-
tro de ella. Refleja
las mayores posibili-
dades agrarias del
valle, destacando el
tratamiento del corre-
dor, apoyado en pos-
tes de madera que
protege al acceso del
portón. En esta zona
meridional del valle, las casas muestran la transición hacia
modelos más agrarios, al dotarse de corral normalmente cerra-
do. Se señala el cuerpo principal, que alberga la vivienda de las
cuadras, pudiéndose independizar la hornera, y tener el corral
un acceso propio por portón, integrado o no en una edificación
auxiliar. La casona dieciochesca de Cuadros en su gran desa-
rrollo mantiene dicha organización. Se pueden destacar dentro
de sus núcleos a Sorribos de Alba, núcleo lineal apoyado en su
calle Real, con buenos ejemplares de corredor, así como
Robledo de Fenar y en menor medida a Peredilla, Geras de
Gordón y Camplongo de Arbas. La Pola de Gordón conserva su
trazado lineal medieval, a pesar de las transformaciones sufri-
das en la guerra civil, La Robla con un buen conjunto de casas
con galerías acristaladas y en el sur destaca La Seca por sus
ejemplares de corredor.