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ÁBITATS
crecimiento lento, formando masas espesas,
donde muy pocos ejemplares alcanzan desa-
rrollos sobresalientes. Es la especie de roble
más abundante en
Cuatro Valles
y a veces
no pasan de ser arbustos debido a la intensa
acción humana
- El roble albar
(Quercus petraea)
:
es el ro-
ble más corpulento y llamativo, muy longevo,
lo que hace posible el desarrollo de ejempla-
res de grandes dimensiones. Ocupa todas las
estribaciones de la Cordillera Cantábrica y es
frecuente en laderas de más de 1.200 metros
de altitud con la presencia cercana de hayas.
Se mezcla en muchas ocasiones con los haye-
dos, abedules, el serbal de los cazadores, los
tejos y acebos.
- El quejigo
(Quercus faginea)
:
ocupa pequeñas
extensiones donde se mezcla con la encina y en
ocasiones con el melojo.Vive tanto en suelos silí-
ceos como calizos o arcillosos. Fisionómicamen-
te, representa la transición entre los caducifolios
y los perennifolios, ya que su hoja se marchita
tarde y permanece sobre el árbol durante bas-
tante tiempo. En
Cuatro Valles
los quejigares
más amplios se encuentran en las laderas sur
de la Cordillera Cantábrica de forma relicta (La
Robla, La Magdalena,…) y siempre sobre caliza.
Los bosques caducifolios de tan amplia distri-
bución en
Cuatro Valles,
con preferencia por
el desarrollo sobre sustratos ácidos -a excepción
de los quejigos que se desarrollan sobre suelos
calizos- se mezclan con otras masas forestales.
Así el quejigo
(Quercus faginea)
en el sur
Cua-
tro Valles
se mezcla con la encina y las especies
más frecuentes de setas pertenecen al género
Russula, Lactarius, Boletus, Xerocomus, Cortinarius...
Entre las especies comestibles destacan la
Russula
cyanoxantha
(carbonera)
, Boletus reticulatus
(bo-
letus de verano)
, Clitocybe geotropa
(platera)
, ...
Ocupando la franja, entre el haya y la encina,
el roble melojo (
Quercus pyrenaica)
se desarro-
lla una micoflora muy variada:
Amanita caesarea