la trashumancia
Más recientemente tuvo lugar otro acontecimiento
que volvería a modificar por completo el paisaje
vegetal de Babia, convirtiendo esta comarca en
una de las más deforestadas de toda la
Cordillera. La necesidad de pas-
tos aumentó al desarrollarse
el mercado de la lana y la
ganadería trashumante. El
hombre hizo desaparecer
los bosques con el hacha
y el fuego, creando en
este proceso los que pro-
bablemente sean los mejores
pastos trashumantes de la Cordillera Cantábrica. Puertos como el de la Cubilla,
Alcantarilla, la Cueva del Puerco, Gorgaveros y los Navares, en el entorno de
Ubiña; o Cebolleu, Covalancho, L’Abeseu, Cuetalbo y Las Verdes, entre La Cueta
y Torre de Babia son, sin duda, algunos de los mejores agostaderos de León.
En Babia el movimiento de ganado a los pastos frescos de altura durante el
verano se remonta, muy probablemente, a tiempos prehistóricos, pero alcanza su
máximo desarrollo a partir del siglo XIII con la creación del “Honrado Concejo de
la Mesta”. Desde este momento la actividad trashumante quedará perfectamente
regulada y vinculada al comercio internacional, en el que la lana de las merinas
españolas será un importante referente hasta el siglo XVIII, 500 años después.
Hoy quedan muy pocos pastores que sigan moviendo sus rebaños de los pas-
tos de altura babianos a los invernales extremeños, pero el bagaje cultural de
toda la comarca estará para siempre vinculado a esta forma de vida en
constante movimiento, una gesta bucólica que duró siglos y que,
en nuestros días, toca a su fin.
17.
Mastín
y carea leoneses
Ovejas merinas