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PRODERCAL¬CUATROVALLES
Han pasado ya quince años desde que, cargados con la ilusión de quien inicia un nuevo camino,
decidimos constituir la Asociación Cuatro Valles.
En efecto fuimos cuatro, los valles que en un principio decidimos emprender la aventura del desa-
rrollo rural, entonces apenas un anhelo. Valles del noroeste montañoso leonés que, aunque cada uno
con su propia identidad, estábamos entroncados por la proximidad geográfica y por las estrechas
relaciones a las que el tiempo y la historia nos habían obligado.
Y así echó a andar la Asociación Cuatro Valles que pronto, y convertida en Grupo de Acción Local,
empezó a trabajar en un vasto territorio en el que los problemas eran los de casi todas las zonas rura-
les del norte peninsular: poca población y envejecida, escasas mujeres, falta de expectativas para los
jóvenes y, el más limitante de ellos, la falta de rentabilidad de las explotaciones agrarias y la práctica
inexistencia de alternativas económicas a un sector, el ganadero, que siempre fue la base económica
de nuestras montañas.
Así se puso en marcha el GAL Cuatro Valles que empezó a tejer el sueño de dar una nueva dimen-
sión a su territorio, gracias a la concesión de un programa PRODER, aquellos programas de los que
poco se sabía entonces, pero que ya contaban con la experiencia previa de sus homólogos LEADER.
Muchos eran los problemas, pero mayores eran las potencialidades de un territorio repleto de recur-
sos de toda índole y, sobre todo, era grande el empeño por ser capaces de generar en las gentes de
estas comarcas el impulso necesario para acometer los retos que el futuro nos deparaba.
Y tras el PRODER llegó un nuevo programa, PRODERCAL, desarrollado en un territorio al que, con
el paso de los años, se han ido incorporando nuevas comarcas y con ellas, nuevas situaciones y posi-
bilidades. Y los cuatro valles iniciales nos hemos convertido en siete comarcas, perfectamente defini-
das, aglutinadas bajo una imagen común, la de Cuatro Valles. Territorios y gentes, administraciones
y agentes sociales, un amplio espectro de intereses con la vocación común de seguir apostando por
el futuro de nuestros valles. Dos programas de desarrollo rural durante los que el grupo ha asumido
grandes retos y ha puesto en marcha multitud de iniciativas. Siete comarcas que, a lo largo de estos
años, han hecho evolucionar su imagen, han consolidado su identidad y han sido capaces de abrirse
al exterior para ser conocidas ya no solo por sus paisajes inolvidables, sino también, y sobre todo, por
sus producciones de calidad y por su aventajada hospitalidad.
Quince años intensos en los que el grupo ha avanzado, ha luchado, ha emprendido... Pero aún así,
tiempo insuficiente para acometer todas las necesidades que ya no solo el territorio en sí mismo, sino
también las nuevas demandas sociales, plantean al medio rural.
Quince años que dejan aún muchos temas pendientes y que plantean nuevos desafíos como la
competitividad de las explotaciones agrarias, ganaderas y forestales, el uso sostenible de la tierra, el
reto ineludible de la conservación del medio ambiente o la mejora de la calidad de vida en las zonas
rurales, la igualdad de oportunidades, la cooperación entre grupos... Nuevas situaciones que será
necesario abordar de cara al “nuevo programa” que acaba de comenzar.
Cipriano Elías Martínez Álvarez
Presidente de CUATRO VALLES