Para estudiar la historia remota de cualquier región y poder hacer mapas, los
geólogos agrupan las rocas en unidades denominadas formaciones. Cada formación está
constituida por un conjunto de materiales, más o menos del mismo tipo y suelen tener un
origen similar. Las formaciones reciben el nombre de una localidad donde estas rocas pue-
den estudiarse bien.
En la serie de rocas que aflora en Los Barrios de Luna, se han diferenciado 11
formaciones, con rocas de edades comprendidas entre más de 550 y unos 300 millones de
años. En esta ruta guiada se ven sólo cuatro de estas formaciones, conocidas, de la más
antigua a la más moderna, como Formación Herrería, Formación Láncara, Formación
Oville y Formación Barrios.
Aunque en su origen los estratos de estas formaciones eran capas horizontales,
en Los Barrios de Luna aparecen verticales por
estar situados en el lado sur de un gran pliegue,
llamado el sinclinal de Alba.
Las formaciones que ahora se observan
reflejan unas condiciones que nada tienen que
ver con las actuales, cuando toda la zona estaba
cubierta por un mar somero y cálido poblado por
seres muy diferentes a los que hoy pueblan esta
región. Se conocen gracias al estudio de partes
de sus cuerpos o de las huellas que dejaron sobre
el sedimento en el que vivían.