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cio de cruces de caminos, donde se enlazaba la comunicación
de Galicia y Asturias con la Meseta. Así, siempre hubo dos
direcciones dominantes, la Este-Oeste, coincidente desde la
Edad Media con el Camino de Santiago, y la Sur-Norte, atrave-
sando la cordillera Cantábrica para alcanzar la costa asturiana.
Durante la dominación romana el espacio correspondiente a
Cuatro Valles estuvo surcado por varias calzadas, de orden
secundario en el sistema viario de Hispania, que se construye-
ron siguiendo precisamente las cuencas fluviales de los ríos
Torío, Bernesga, Luna y Sil, con ramales que se adentraban en
territorio asturiano. Los vestigios más importantes de esta
época son los restos de la calzada romana que atravesaba el
Puerto de la Mesa, y del ramal que comunicaba Buiza con
Villasimpliz. A lo largo del medievo se siguieron utilizando las
vías romanas, y a ellas se unieron otras perpendiculares para
comunicar los valles entre sí. Con el paso del tiempo dos rutas
se transformaron en las más importantes y vertebradoras de la
zona: el camino real que llevaba desde León hasta el puerto de
Pajares, y el también camino real que entraba en Asturias por el
Puerto Ventana, quedando aquél desde finales del siglo XVIII -
hasta la construcción de la autopista- como el principal itinera-
rio. Para mantener practicable la red viaria, dada la particular
orografía de la zona, se necesitaron una gran cantidad de puen-
tes de todo tipo y condición, dejando un conjunto variado de
diversas épocas, estilos y fábricas. Sin ninguna duda, los pri-
meros puentes de envergadura fueron los romanos, ya que fue
en época imperial cuando se generalizó su construcción en pie-
dra, pensando en la durabilidad. Aunque no ha llegado hasta
nosotros ninguno en su estado original, son varios los que se
hicieron aprovechan-
do sus primitivas ubi-
caciones, e incluso
sus materiales o
cimentaciones, sien-
do todavía visibles
en algún caso los res-
tos de la ingeniería
romana. En la Edad
Media los puentes se
procuraban mantener,
no sólo por las comu-
nicaciones, sino tam-
bién porque eran generadores de capital gracias al cobro del
pontazgo. En esos momentos la construcción, reparación y con-
Foto: Puente. Canseco