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ARQUITECTURA RELIG
IOSA
casas blasonadas
y puentes
odos los pueblos de Cuatro Valles tienen al menos una
parroquia y son abundantes las ermitas y los santuarios, encla-
ves devocionales que no suelen emplazarse en núcleos habita-
dos, sino en lugares apartados, casi siempre estratégicos; pue-
den estar al borde de un camino con sentido de protección de
los caminantes, o ubicadas en algún lugar apartado, relaciona-
do con tradiciones o historias de carácter milagroso-religioso.
Como rasgo peculiar destacamos que varios de estos edificios
se encuentran situados en el límite de dos comarcas, munici-
pios o divisiones religiosas, atravesando a veces la línea fronte-
riza la propia nave de la iglesia.
Otra particularidad de la zona es que parte del territo-
rio perteneció eclesiásticamente a la diócesis de Oviedo, hasta
la división actual propiciada por el Concordato del año 1953, a
pesar de haber estado siempre integrada política y administrati-
vamente en León. Esta circunstancia hace que ciertas influen-
cias asturianas sean apreciables en algunos edificios montañe-
ses, no en vano trabajaron aquí artífices del otro lado de la cor-
dillera. La arquitectura siempre está relacionada con la geogra-
fía y con la economía, siendo evidentes ambos aspectos en el
territorio de Cuatro Valles; debido a su difícil orografía es un
espacio poco articulado, lo cual tiene su repercusión en las
construcciones religiosas. Por lo general, los templos son de
dimensiones reducidas, no en vano estamos ante poblaciones
pequeñas, de economía rural siempre limitada y bastante cerra-
da. Por estas razones y por ser una territorio alejado de los prin-
cipales centros artísticos, se constituye en una zona periférica a
la que suelen llegar tarde las novedades arquitectónicas, perpe-
tuándose las características estilísticas más allá de los límites
cronológicos habitualmente aceptados.
Las parroquias más interesantes, desde el punto de
vista arquitectónico, se localizan en los pueblos que fueron más
grandes y ricos, pero en ocasiones también donde hubo un pro-
motor de categoría destacada, con dinero suficiente para sufra-
gar un templo que superase la entidad del pueblo al que presta-
ba su servicio. Para la construcción se aprovechan los materia-
les propios de la zona, por eso todas las edificaciones son de
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