camuesas. A medida que los campos
se alejan del caserío, los cereales
vuelven a ganar protagonismo.
Pequeños rodales de roble sal-
pican los terrazgos constituyendo
un lugar ideal para jabalíes, corzos,
perdices o liebres que, llegada la
temporada, hacen las delicias de los
aficionados a la caza.
En este medio montañoso abun-
dan las fuentes y manantiales de
aguas claras ricas en hierro. De
propiedades mineromedicinales, es
posible disfrutar de ellas en “La
Congosta”, así llaman a la ribera del
río Porqueros por la que también dis-
curre, paralelo a su cauce, el trazado
de la actual carretera, o en Valbuena
de la Encomienda, donde hasta bien
entrado el s. XX, numerosos viajeros
llegaban a “tomar las aguas”.
15.
Nistoso
La Veguellina
Recogiendo patatas