

comunidades vegetales acidófilas más amenazadas, en las que destacan los brezos
de turbera (
Erica tetralix
), los musgos del género
Sphagnum
y las plantas carnívo-
ras de los géneros
Drosera
y
Pinguicula
que capturan insectos para compensar la
escasez de nutrientes de estos ambientes. En ellos prolifera también la lagartija de
turbera,
Lacerta vivipara
, que tiene en la Cordillera Cantábrica el límite meridio-
nal de su área de distribución en Europa.
la alta montaña silícica
La alta montaña es un medio inhóspito que ha obligado a plantas y animales a
adaptarse para poder sobrevivir. A grandes altitudes los árboles no pueden desa-
rrollarse, y los matorrales para conseguirlo adoptan formas redondeadas, a ras de
suelo, que les permiten resistir mejor el azote de los vientos helados y el peso de
la nieve.
También las rocas se encuentran sometidas a la implacable fuerza del hielo que
las fractura, conformando impresionantes roquedos y canchales; lugares donde
escasea el suelo que retenga la humedad, por lo que las plantas que han conseguido
adaptarse a este medio, como las siemprevivas,
poseen hojas carnosas donde acumulan
agua y largas raíces que se desarrollan entre las piedras y se regeneran con facili-
dad cuando el continuo movimiento de las piedras las secciona. Entre la fauna, el
rebeco es el señor indiscutible de las peñas, y las gregarias chovas animan con sus
gritos el silencio de la montaña.
11.
Catoute 2.117 m
Perdiz pardilla
Perdiz roja