Nace el Bernesga en el puerto de Pajares, en la divisoria de aguas entre el
Cantábrico y la cuenca del Duero; sus más de 70 km de recorrido, discurren pri-
mero entre las altas cumbres calizas de la cordillera Cantábrica que, hacia el sur,
sosiegan su altitud en un valle ceñido por páramos elevados, antaño aprovechados
para el cultivo de cereal en secano.
Junto a sus vecinas, las cuencas de los ríos Torío y Curueño, el valle del
Bernesga se integró tradicionalmente en la comarca de Los Argüellos o Arbolio.
En él se suceden varios territorios -la Tierra de Arbas, La Tercia, Gordón, Alba y
Fenar- hasta alcanzar el alfoz de León.
Marcado por el histórico trasiego de viajeros y mercancías entre León y
Asturias, el valle del Bernesga se impulsa al ritmo de la carretera N-630 y la línea
de ferrocarril León-Gijón. La minería ha sido su motor económico en las últimas
décadas, complementada ahora por un pujante sector servicios en el que resulta
determinante la puesta en valor del vasto patrimonio natural y cultural que atesora
este territorio que ostenta, entre otros, el reconocimiento de Reserva de la Biosfera
del Alto Bernesga, en los municipios de La Pola de Gordón y Villamanín; su inclu-
sión como Lugar de Importancia Comunitaria LIC-Montaña Central de León; o el
premio nacional al bosque mejor cuidado de España al Faedo de Ciñera, otorgado
por las organizaciones “Bosques sin Fronteras” y “Árboles, leyendas vivas” en
colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente.
Nuevos retos encuentra el Bernesga en la variante del Puerto de Pajares, la gran
infraestructura ferroviaria que comunicará ambos lados de la Cordillera mediante
la alta velocidad. Y en el Centro de Interpretación del Clima que, promovido por el
ayuntamiento de La Pola de Gordón, aspira a convertirse en referente regional.
Panorámica desde Aralla
9.