Fiel a su tradición pastoril, Luna celebra cada mes de septiembre la fiesta del
pastor, en la que se rememoran, alrededor de una buena caldereta de cordero, eso sí, las
viejas costumbres y tradiciones vinculadas a esta ancestral forma de vida.
Con este mismo sentimiento, se inauguró en 1997, en la escuela de Los Barrios,
el “Museo del Pastor”, una sen-
c i l l a
sala, donde se exponen numero-
sos objetos pastoriles. La indu-
mentaria del pastor, con sus
pesados capotes, gorros o polainas;
las carrancas que llevan los mastines
para evitar los ataques del lobo; cen-
cerras, marcadores, palos, cuernos
para beber, trébedes, calderetas y todo
el ajuar de la cocina.
No podían faltar algunos
de los utensilios necesarios para pro-
cesar los productos obtenidos de los
rebaños. Cardas, husos, hilas y rue-
cas para transformar la lana en hilo
con el que tejer confortables mantas o calcetines. Odres para convertir la leche en manteca,
moldes de distintos tamaños para dar forma a la cuajada que se transformará en queso.
El museo se nutre gracias a donaciones o cesiones temporales de gentes de Luna
y otras zonas que hicieron aún, del continuo ir y venir, su forma de vida.