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que exige la elaboración de la
mosca artificial
como cebo, ha
hecho que sea común y abundante la existencia de montadores
en las zonas de la provincia que son trucheras por antonomasia.
Las comarcas de Cuatro Valles están dentro de este ámbito, por
lo que existen artesanos de ese minucioso montaje hecho con
plumas de gallo del Curueño e hilos de seda, en Quintanilla y
Bobia y en Otero de las Dueñas.
Finalmente, esta actividad artesanal en todas sus face-
tas se resume en la
Feria de Santa Lucía
en San Miguel de
Laciana, donde se celebra un mercado artesanal el 29 de sep-
tiembre, así como en otras convocatorias de carácter festivo, tal
es el caso de la
Fiesta del Pastor
en Los Barrios de Luna, o
comercial, como
La Feriona
de Villablino, a las que suelen
acudir artesanos para vender sus productos.
museos
La conciencia social respecto al patrimonio etnográfi-
co de estos pueblos, no se ha substraído ante el hecho evidente
de su pérdida. Si, ciertas tradiciones, sobre todo las vinculadas
a la religiosidad y al folklore, se han mantenido e incluso se han
revitalizado, lo que se relaciona con la cultura material no ha
corrido la misma suerte por razones tan obvias como la sustitu-
ción o la inutilidad. Por tal motivo, la iniciativa privada se ha
encargado de practicar un coleccionismo que ha sido la salva-
ción de muchos aperos y objetos preindustriales usados antaño
en el laboreo ganadero, agrícola y casero. Algunas de estas
colecciones siguen manteniendo carácter privado, como la de
Amelia Martínez Cuenllas en Quintanilla de Babia, pero otras
poseen valor público desde que la responsabilidad de las mis-
mas ha recaído en asociaciones locales como precursoras, y en
los ayuntamientos como valedores.
La mayoría de ellas hay que considerarlas como colec-
ción y no como museo, puesto que esta circunstancia requiere
un tratamiento museológico, museográfico y administrativo
especial que no se produce en estos casos. Sí, por el contrario,
son una magnífica referencia de la cultura popular que sirve,
además, como acicate y ejemplo para la conservación a nivel
particular, de muchas piezas hasta ahora medio abandonadas en
soportales, pajares y rincones de las casonas de esta montaña.
Estos conjuntos se localizan en: