

15.
PATRIMONIO
ARQUEOLÓG
ICO
municipios incluidos dentro de la Asociación Cuatro
Valles ocupan una amplia zona territorial de la Montaña Central
y Occidental leonesa (valles del Alto Sil, Laciana, Babia, Luna,
Omaña, Alto Torío y Alto Bernesga) extendiéndose a zonas de
transición entre montaña y llanura en la comarca de La Cepeda.
En este marco territorial encontramos un rico y variado patri-
monio histórico y arqueológico desde la Prehistoria a comien-
zos de la Edad Media. En concreto, nos referiremos a los yaci-
mientos (cuevas, minas, castros, ...) y materiales (útiles líticos
y metálicos, orfebrería, ....) de época prehistórica y a las explo-
taciones mineras y vías de comunicación de época romana.
Nuestra intención es proporcionar al lector una visión
general de las formas de vida de los habitantes de esta zona
durante la Prehistoria y época romana. No es una tarea fácil,
pues a partir de yacimientos arqueológicos de los que apenas
sabemos más que su nombre y localización geográfica y mate-
riales aislados también de todo contexto arqueológico, tenemos
que intentar dar respuesta a preguntas muy complejas, como
¿quiénes eran los habitantes de esta zona en época prehistórica
y romana?, ¿cómo y de qué vivían? o ¿cuales eran sus creencias
religiosas?.
¿Qué estudios se han realizado hasta el momento
sobre el patrimonio histórico y arqueológico de esta zona?.
Tenemos que empezar por citar la desaparecida Cueva de La
Cantera en Alcedo de Alba, con materiales del Paleolítico
Medio y Superior, cuyos materiales fueron objeto de estudio
por Julián Sanz Martínez en una fecha tan temprana como
1921, y posteriormente revisados por José María Luengo, que
también nos dará a conocer un depósito de útiles procedente de
Geras, y otros investigadores ya en la actualidad como Julio
Vidal o Ana Neira. El auténtico pionero de los estudios arqueo-
lógicos en la zona de Cuatro Valles es un “hombre de la tierra”,
el omañés César Morán Bardón, natural de Rosales, que nos
dará a conocer la situación de los principales castros de Luna y
Omaña en su excursiones arqueológicas y se aventurará a reali-
zar “excavaciones” en los castros de Adrados y Villaceid, tra-
bajos voluntariosos, alejados del rigor metodológico de las
excavaciones actuales, pero que, en todo caso, hay que juzgar
atendiendo al contexto en que se produjeron.
L
os