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16.

Salvo noticias sueltas no tenemos más trabajos hasta las Cartas

Arqueológicas que realizan Tomas Mañanes para el Bierzo y la

Cuenca del Río Sil (Laciana, Bierzo, Cabrera) y José Avelino

Gutiérrez para la Montaña Central y Occidental leonesa.

Finalmente, podemos encontrar muchos datos de inte-

rés en las síntesis históricas para toda la provincia de León rea-

lizadas por autores como A. Neira, F. Bernaldo, J. Celis, y otros

en las obras ArqueoLeón (Historia de León a través de la

Arqueología) y las Historias de la provincia de León editadas

recientemente por La Crónica y el Diario de León.

LA PREHISTORIA

Como veremos, la principal dificultad para conocer las

principales características del poblamiento prehistórico en la

zona de Cuatro Valles es la escasez de testimonios y el carácter

aislado de todo contexto arqueológico de los pocos materiales

que encontramos. Por poner sólo un ejemplo, los restos arque-

ológicos más antiguos documentados hasta el momento son una

serie de bifaces (piedras talladas por las dos caras) del

Paleolítico Inferior (en torno a los 700.000 años) aparecidos en

las terrazas del río Tuerto, en la comarca de La Cepeda, en con-

creto en las localidades de Sueros, Villamejil, Sopeña de

Carneros, Carrera de Otero y Otero de Escarpizo. Estos mate-

riales no forman parte de ningún yacimiento arqueológico, sino

que han sido depositados en el lugar donde los hemos encon-

trado por la corriente fluvial. Es decir, nos sirven para constatar

la presencia de hombres del Paleolítico Inferior en esta zona,

pero no nos informan acerca de sus lugares de hábitat o sus

prácticas de caza o enterramiento. Para conocer estos datos,

tenemos que acudir a la información que proporcionan otros

yacimientos de este momento histórico, algunos tan destacados

como Atapuerca, que nos indican el tipo de homínido presente

en esta zona (el homo antecessor o bien el homo heidelbergen-

sis) y las bases de su economía (caza, recolección y nomadis-

mo).

Hay que señalar que carecemos de testimonios del

Paleolítico Inferior en toda la Montaña leonesa, pero ello no

quiere decir que no existan, sino que los investigadores no han

podido localizarlos por la dificultad que tiene detectar yaci-

mientos en zonas montañosas. Para las siguientes fases históri-

cas (Paleolítico Medio y Superior), tenemos que citar la desa-

parecida cueva de La Cantera, en Alcedo de Alba. Se encontra-