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22.

citar los hallazgos de elementos característicos del mundo cas-

treño del Noroeste como las cerámicas decoradas con series de

SSS (estilización de figuras de patos) en Adrados y Villaceid o

la hachita procedente del castro de Carrizal.

Los aspectos más significativos de los castros son, sin

lugar, a dudas, sus estructuras defensivas. Según José Avelino

Gutiérrez, encontramos en esta zona murallas de piedra (La

Valcueva), fosos excavados en el terreno (Torrestío), terraple-

nes o taludes, como sistema más frecuente, y antecastros, o

recintos defendidos también por medio de taludes y adosados a

los anteriores. De la forma de las viviendas y urbanismo de los

castros, poco podemos decir, si tenemos en cuenta que sólo

sabemos de la existencia de diversos recintos de planta cua-

drangular y circular en Santa María de Ordás, Adrados y

Villaceid. Hay también recintos castreños en los que no se

documenta ningún tipo de estructura de habitación. Estos recin-

tos pueden haber servido de encerraderos de ganado, lo que nos

confirmaría el predominio de la economía ganadera en la zona

y la práctica de formas básicas de trashumancia.

Muchos de los castros de Cuatro Valles merecen una

visita detenida. Vamos a dar unas breves notas de los principa-

les yacimientos, comenzando por Laciana: encontramos aquí el

castro de La Zamora, en Villablino, El Castro de Villager, que

presenta foso para defensa; Los Castros, en Caboalles de Abajo,

situados entre el pueblo y el puerto de Leitariegos; La Corona

de Trasdepanes, en Llamas; El Otero y el Otero Viejo, en

Rabanal de Arriba; El Cueto Farrapas, en Villarino, con restos

de paredes y molinos redondos de mano y La Mata del Cornón,

en Mataotero.

La zona de Babia-Luna es donde encontramos mayor

número de asentamientos castreños. Hay que citar La Peña

Sulcastro en Quintanilla de Babia, donde se hallaron algunos

objetos de bronce; El Otero de San Miguel en Huergas de

Babia, que presenta un recinto defensivo complejo, y restos de

viviendas; El Otero de la Fontanilla, en Riolago, con una envi-

diable situación estratégica, y relación visual con los castros de

Huergas de Babia y Cospedal (Peña Sulcastro); El Pico del

Castro en Torrestío, en posición dominante, respecto al río y

vías de comunicación; El Castro Lutarieto o Lutar de Pepe, en

Torrebarrio, que ha deparado restos de enterramientos; El

Castro de La Majúa, donde se localizó un destacado conjunto