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Las vías de comunicación constituyen uno de los ele-
mentos fundamentales de la ocupación romana. Las vías surgen
con una función claramente militar (conquista y ocupación del
territorio), aunque pronto pasan a tener una función económica
(facilitar la explotación minera). Las vías romanas más desta-
cadas de la provincia de León son las que comunican Astorga
con otras ciudades romanas del Noroeste (Lugo, Braga), con
Mérida (Vía de la Plata) y con Tarragona, mientras que las cal-
zadas cuyo trazado discurre por Cuatro Valles forman parte de
la red secundaria de caminos, tenían como principal objetivo la
comunicación con Asturias y se caracterizan por seguir el tra-
zado de los ríos.
En primer lugar, la vía del Sil sigue la dirección del
río, pasando por Corbón, donde hay un castro, se dirige a
Palacios del Sil, con un puente de buena fábrica y cierta anti-
güedad, continua hacia Cuevas del Sil, donde hay otro puente
antiguo y confluye en el poblado de Las Rozas con la vía pro-
cedente de Babia, para continuar hacia Asturias por el puerto de
Leitariegos.
La vía del río Luna iría por Villarroquel, Espinosa de
la Ribera, Rioseco de Tapia y Tapia de la Ribera, perdiéndose
en parte su trazado en el contraembalse de Selga, para reapare-
cer en término de El Pajarón, y continuar hacia La Magdalena,
Garaño y Vega de Caballeros, donde hay una ermita dedicada a
San Roque, en cuyo solar existen noticias de hallazgos arqueo-
lógicos, por lo que podría pensarse en un lugar de culto antiguo,
posiblemente un templo a los Lares Viales. A continuación, el
trazado de la vía se pierde, bajo el embalse de Luna, reapare-
ciendo en las proximidades de Rabanal de Luna y siguiendo
hacia Puente Orugo, posible punto de cruce del río, donde se
bifurca en dos ramales, uno hacia el Norte, por Torrestío y
Torrebarrio, que se vuelve a bifurcar en su final, para tomar uno
la vía del Puerto de Ventana, y otro el puerto de la Mesa (la vía
de La Mesa), y otro hacia el Oeste, que se orienta por
Villasecino y Riolago hacia Piedrafita de Babia.
Por su parte, la vía del Omaña cruza el río en
Villaviciosa, y siguiendo por Las Omañas, San Martín de la
Falamosa, La Utrera y La Garandilla, todos lugares con impor-
tantes restos romanos se dirige a Pandorado. Desde aquí, sigue
al Noroeste por Guisatecha, El Castillo, Vegarienza, Omañón,
Murias de Paredes, Puerto de la Magdalena hasta Rioscuro,