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mancia, debido a las evoluciones que sufrieron a lo largo del
tiempo, aunque lo que sí está claro es que se aproximará bas-
tante. Ahora bien, la descripción que esa fuente nos ofrece es
totalmente heterogénea, es decir, mientras en unos casos se
ofrecen los más nimios detalles, en otros, las referencias son
demasiado genéricas como para poder delimitar minuciosa-
mente el paso de esas vías por este territorio. En los casos de la
Cañada de la Vizana y del Cordel de Babia de Abajo, apoyán-
donos en una fuente complementaria, podemos conocer su tra-
yecto con todo lujo de detalles; en el resto de los casos, al care-
cer de ese apoyo secundario, la información está más sesgada.
A lo largo de ese peregrinar por la provincia, las ovejas tenían
perfectamente marcados los lugares donde podían abrevar y
descansar. Así mismo, los pastores se iban avituallando de víve-
res para su estancia veraniega en la montaña.
Centrándonos en nuestro territorio, a continuación
vamos a detallar, en la medida de lo posible, los términos o
localidades que eran atravesados por esas vías pecuarias. En el
término de Izagre, y procedente de la provincia de Valladolid
más concretamente de Mayorga-, se introduce en nuestra pro-
vincia la Cañada Real de León. Esta cañada, tras atravesar una
serie de términos (Albires, Santas Martas, Mansilla de las
Mulas, etc.) llega a la ciudad de León, donde se ramifica en una
serie de rutas que conducirán al ganado hacia los distintos agos-
taderos. Centrándonos en las que discurren por Cuatro Valles,
tenemos:
El
Cordel de Cármenes:
arranca de la plaza de
Santo Domingo, en la ciudad de León, y cruzando por detrás de
San Isidoro llega a la Plaza del Espolón, desde donde, siguien-
do la ribera del río Torío, se dirige hacia el puerto de Piedrafita.
A lo largo de ese trayecto pasa por las localidades, o términos
en otras ocasiones, de Pardavé, donde cruza el río Torío y
siguiendo la calle Real llega a Robles. En el término de esta
localidad hay una ermita con campo suficiente para que los
ganados descansen y hagan noche. Una vez recuperados, conti-
núan su trayecto por el camino de Vegacervera, desde donde, a
través del camino de las hoces, se internan en Rodillazo, Gete,
Getino, Cármenes, Villanueva, Pontedo, Piornedo y finalmente
en el Puerto de Piedrafita (Vid. mapa adjunto). En Pardavé nos
encontramos que este cordel se bifurca en dos rutas, que discu-
rren una a cada lado del río Torío, que se unifican en
Vegacervera. Se trata de la particularidad de cañada de hoja. Se
recurre a este sistema cuando la servidumbre atraviesa por