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otras repercusiones
Además de las repercusiones económicas, la trashu-
mancia tuvo en la montaña de León otro tipo de incidencias que
acabaron condicionando una forma de vida. Se trata de los efec-
tos sociales y demográficos. Las tasas de celibato femenino en
la montaña son muy elevadas, lo cual está relacionado con la
emigración masculina, provocada por la carencia de tierra para
sustentar la autorreproducción. Gran parte de esos hombres que
salían se empleaban como pastores de las cabañas trashumantes
y, también muchos de ellos, acababan organizando su vida en el
sur de la Península, lo cual es un factor coadyuvante, no el
único, para que las oportunidades de acceso al matrimonio de la
mujer montañesa descendieran.
Pero no todos los pastores se desligaban de su comar-
ca de origen, sino que muchos de ellos acababan contrayendo
matrimonio dentro de su concejo, esto acabará marcando, y
dando un aspecto característico, al ritmo estacional de las nup-
cias y de los nacimientos. Se puede comprobar, cómo los meses
en que tienen lugar un mayor número de acontecimientos matri-
moniales son los que van de junio a septiembre, coincidiendo
con la llegada de los pastores, que traerían el dinero ahorrado
durante la campaña de invierno para dar un pequeño empuje a
su nueva economía. En cuanto a las concepciones, también
serán los meses de verano cuando alcancen su punto álgido, de
manera que entre los meses de marzo y abril la cifra de naci-
mientos se dispara en comparación a lo que ocurre el resto del
año. A nivel social, una de las consecuencias más evidentes de
ese trasiego ganado-pastores, es que la mujer permanece duran-
te gran parte del año sola, lo que la hace totalmente responsa-
ble de su descendencia y de la economía familiar. Esa situación
le va a proporcionar una autonomía y relevancia social superior
a la de otras zonas.
las vías pecuarias
Las cañadas eran vías pecuarias por las que transitaba
el ganado en sus desplazamientos entre los agostaderos y los
invernaderos. Las cañadas, cuyo origen parece datar de 1284,
tenían una extensión de 90 varas castellanas (75,22 metros); a
nivel inferior, o como ramales de éstas, están los cordeles
(37,61 metros), las veredas (20,31 metros) y coladas. La exten-
sión de estas últimas junto con los abrevaderos y descansaderos
no aparece fijada.