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destacada es la del norte, con vano adintelado enmarcado por
pilastras y rematado con entablamento y frontón partido. En el
pórtico del sur una lápida recoge la doble jurisdicción:
AÑO IHS MA I JOSE 1735 ESTA OVRA SE IZO
SIENDO CURA DON JAZINTO DIAZ ORDAS DE
RIOSECO DE TAPIA I MAIORDOMO GAVRIEL
DIAZ DON TOMAS ARIAS CURA DE VENLLE-
RA I MAIORDOMO DOMINGO GUTIERREZ.EN
GURISDIZION DE ENTRANVOS LOS SEÑORES
CURAS I LUGARES
El interior se compone de varios espacios yuxtapues-
tos. La única nave se divide en dos por efecto de una reja que
protege al presbiterio, estando cada uno de ellos cubierto por
una bóveda vaída muy plana y una corta bóveda de cañón en
cada lateral. Hacia la cabecera se dispone la capilla mayor, más
estrecha, con una corta bóveda de cañón adornada con yeserías.
Hacia los pies la nave se prolonga en un rectángulo con dos
alturas para situar el coro en alto, cubierto por una bóveda de
cañón con lunetos de tres tramos. Detrás del retablo neoclásico
que preside el presbiterio, se abre un camarín. La estancia se
cubre con una media naranja decorada con yeserías de motivos
geométricos y vegetales entre los que se intercalan ángeles,
escudos religiosos, veneras y cruces santiaguistas, mientras que
en las pechinas se dispusieron motivos vegetales; todo esto
aporta mayor riqueza exornativa a este espacio de devoción
mariana. La sala capitular de la cofradía, construida en 1672
adosada al costado norte, se cubre con bóveda de cañón. En el
suelo del presbiterio está la tumba de los benefactores de la
iglesia actual, Domingo Fernández de Colinas y María Álvarez
de Tusinos. La lápida, con el escudo de los Álvarez de Miranda,
data los fallecimientos en 1580 y 1594 respectivamente.
La torre, separada de la iglesia, es de planta cuadrada
y aspecto macizo, ya que sólo el último de sus cinco cuerpos
tiene vanos amplios para servir de campanario. En uno de sus
frentes se aprecia la forma de la espadaña de la primitiva igle-
sia, que se aprovechó para hacer la torre actual. Sobre sus
muros se apoyan el tinelo (comedor) y la cocina, donde, bajo la
dirección de un Abad y siguiendo la rígida reglamentación de
los estatutos, se celebran los yantares con un menú que se
remonta a los tiempos medievales.
En el término de La Omañuela se conserva el
Santuario de Pandorado,
levantado en el siglo XVII, en