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Hola, somos Jacinto y Severino, dos pastores
trashumantes de Cuatro Valles.
Recorrer con el ganado largas distancias y
pasar varios meses en los puertos leoneses,
aprovechando los pastos frescos de verano,
era un trabajo duro, pero también tenía sus
momentos...
Muchos de los pastores que subíamos con las
merinas éramos de estos valles, así que pasar
aquí el verano era como estar en casa. Luego,
en otoño, marchábamos a Extremadura, donde
estaban los pastos de invierno.
Nuestra vida y la de nuestras familias era una
vida sencilla, arraigada en las costumbres de
nuestros antepasados. ¡Qué bien se nos daba
tocar el pandero como nos enseñaron nuestros
abuelos!. Cuando tocábamos, parecía que los
dos estaban a nuestro lado, disfrutando de cómo los
mozos y las mozas bailaban la garrocha o el baile chano.
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de pastor, cómo manejar a las ovejas, cómo aprovechar los pastos y otros recursos
del monte, las normas de convivencia con los vecinos... De ellos aprendimos la
historia de nuestras familias y de nuestro pueblo, y muchos cuentos y leyendas,
igual que ellos las habían aprendido de sus mayores.
Todo ello nos ha marcado desde niños, igual que a las gentes de este territorio,
convirtiéndose en nuestra seña de identidad.
Si quieres aprender más sobre las
costumbres y tradiciones de las
comarcas de Cuatro Valles,
¡presta mucha atención!
Pero seguro que tú
también sabes un
montón de cosas
sobre el tema.