Para regar los prados, se constru-
yeron “puertos” en los ríos, que permitían
canalizar el agua por medio de acequias.
Para llegar a los más altos, las gentes de
La Omañuela idearon un pozo con un
gran muro lateral; el agua que llegaba
por la presa se filtraba entre sus piedras,
dispuestas en posición vertical, para per-
mitir mejor el paso del agua entre ellas. El
agua era bombeada unos metros, mediante
una noria movida por caballerías, a otras
acequias superiores que llegaban hasta los
prados más altos.