

Resulta
interesante ver los más de
diez molinos con que cuenta
Sosas; más cuando la mayor
parte de ellos son de uso fami-
liar. Tan sólo uno, conocido
como el de las
comuñas
, era para
uso de varios vecinos. Otro de los moli-
nos, el Molinón, cuentan que tenía una
piedra francesa y molía especialmente bien, llevándo-
se a él a moler el trigo ya que dejaba el harina muy blanca.
El centeno era el cereal más común. Se plantaba en las laderas de solana y tras
la siega, se “majaba” para separar el grano de la paja. Con él se hacía el pan de consumo
habitual. Sólo en ocasiones especiales se comía pan de trigo, que también se empleaba
para hacer empanadas. También se molía grano de otros pueblos, por lo que se cobraba la
maquila
, el molinero se quedaba con una parte proporcional del grano que había molido
como pago por su trabajo.
En los molinos más antiguos el rodezno era de madera, girando sobre un punto
de apoyo compuesto por dos piedras: el
quicio
como eje de giro y la
sapa
sobre la que éste
se apoya .
Quicio y sapa de piedra