145.
Cuando voy pa la braña
no llevo pena
porque llevo a mi amante
de compañera.
Pastoreaban su ganado en las
brañas
, que eran pastos
extendidos principalmente por esta comarca lacianiega en su
límite con Asturias [El Llamardal (Somiedo), Mumián
(Somiedo), Urría (Sousas), Murias Chongas (Somiedo),
Fontellada (Palacios del Sil), Buenverde (Villager), Orallo,
Busmor (Susañe), etc.]. En ellas se levantaban unas construc-
ciones de planta rectangular con cubierta de bálago y espacio
unitario, en las que los
brañeros
pasaban los veranos con sus
vacas. Algunas de estas edificaciones se mantienen en pie,
haciendo de su visita uno de los aspectos más atractivos de la
zona. Desde ellas bajaban todos los días las
brañeras
con la
leche que se entregaba en las llamadas
lecherías
, que eran cons-
trucciones donde se elaboraba mantequilla. Todavía pervive la
edificación de alguna de ellas, aunque en mal estado de conser-
vación. Sobre ellas existe la voluntad de recuperar la que sea
posible, como ejemplo de una explotación organizada a partir
de un sistema cooperativo instaurado desde la iniciativa de
Francisco Fernández Blanco de Sierra y Pambley en 1888, de
crear escuelas para la enseñanza y educación popular, con el
objetivo de facilitar una formación profesional suficiente que
permitiese un mayor aprovechamiento de los recursos en el
ámbito rural. En 1922, bajo la tutela de la Fundación Sierra
Pambley, se creó en Villablino el Consultorio de Industrias
Lácteas. No es extraña, entonces, la pervivencia durante un
buen tiempo de estas explotaciones, donde se hizo un reparto
proporcional según la producción láctea de cada ganadero,
dando lugar a fábricas de mayor envergadura. Una de ellas estu-
vo en el puerto de Leitariegos, motivo por el que se le conoció
como el
Puerto de los Lecheros
. Otras, como la Lacianiega, fue
el antecedente de las famosas Mantequerías Leonesas, que han
competido con Mantequerías Lorenzana, Arias Tascón y otras
de sobrado renombre.
Pastores y
brañeros
no estuvieron solos en esta franja
montañosa, ya que por ella transitaron los
vaqueiros de alza-
da,
grupo humano de carácter y costumbres trashumantes, de
cuya historia bien saben en Torrestío (Babia), pueblo vaqueiro
por antonomasía en territorio leonés, aunque también hubo
alzadas
en Torrebarrio, Genestosa y en Laciana. A ellas