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riberas medias del Bernesga y el Torío. Algo semejante ocurre
con las distintas modalidades de
jotas
,
corridos
y
“titos”
, que
incluyen súbitas
“agachadas”
de las filas en sus
mudanzas
, así
como en los diferentes géneros y variedades de
“bailes agarra -
os”
, que en su día rompieron el tabú del contacto físico, revo-
lucionando el baile y relegando los estilos más antiguos al desu-
so.
Dónde buscar
Existen pocos lugares donde, en su más pura expre-
sión, todavía pueda ser apreciada y difundida la riqueza que
entraña este tipo de bailes populares. En la comarca de Babia se
pueden contemplar en las nutridas filas de bailadores de
chano
y
jota babiana
que se organizan al único son del acordeón y del
fole, tras comer la típica
“caldereta”
en la romería de
Porcinero
, a principios de agosto. ¡Merece la pena acercarse!.
Algo parecido ocurre fechas más tarde, durante los concursos
que de jota babiana y chano suelen celebrarse cada año en
Cabrillanes y Piedrafita de Babia, o durante la celebración cul-
tural de la
Semana Babiana,
sin olvidar la presencia de algún
que otro corro de baile que siempre se organiza entre lacianie-
gos, omañeses y babianos en las praderías de la concurrida
romería de Carrasconte
. En Omaña, en la emblemática y mul-
titudinaria
romería de Pandorado
, tras la misa y el alborozo de
los campaneros con sus repiques, ya en la tarde, se pueden
escuchar y ver bailar
chanos
,
jotas
y
careadas
al son de las
pan -
deretas
y los
acordeones
. En las
romerías de San Froilán
en
Orzonaga, de
Nuestra Señora de Boinas
en Robles de la
Valcueva, de
Alba
, de
Arbas
, o de
Manzaneda
en Manzaneda
de Torío, no faltan momentos de protagonismo para la actividad
musical tradicional a cargo de un grupo o de los músicos tradi-
cionales de turno, quienes seguro provocan el baile de la con-
sabida
jota
, del
corrido
o de los
titos
, además del
baile agarrao
.
La
romería de Camposagrado
, asimismo, constituye otro masi-
vo punto de encuentro en la tarde, para los bailadores de estos
géneros.
En la
Fiesta del Pastor,
en Los Barrios de Luna, raro
es el año que falta el acordeón, pues los bailadores, como en
todas estas celebraciones, son espontáneos y aún abundantes.
En algunas fiestas de pequeñas localidades como Vivero, toda-
vía se debe preguntar con anticipación “si van a traer al músico
popular para la misa” ya que, en ese caso, seguro que alguien
se atreve a bailar. En las fiestas patronales de Villablino y resto