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187.

quien percute con su palote o única baqueta, el tamborín de 50

cm de parche por 50 cm de bastidor, que cuelga del mismo

brazo con que el músico toca la flauta. Ambos instrumentos

constituyen para cualquiera, un difícil reto de coordinación

melódico-rítmica.

En las zonas más

ribereñas -Torío y Bernesga-

de las comarcas de “Cuatro

Valles”, el protagonismo ha

recaído en los conjuntos de

tamboriteros

, formados por

el dulzainero, redoblante y

bombo. La

dulzaina

es un

aerófono de origen y familia

instrumental u organológica

similar al del puntero de la

gaita de fole, salvo que en el caso de ésta, el aire debe ser apli-

cado directamente por el intérprete introduciendo su emboca-

dura de doble lengüeta de caña en la boca para, por medio del

soplo, generar entre ambas cañas la vibración que dará forma

definitiva al sonido deseado en cuanto a

timbre

,

intensidad

y

altura melódica

se refiere. Incluye varias

llaves

para permitir el

cromatismo, facultando a distancia el tapado de ciertos aguje-

ros fuera del alcance de la lógica y natural disposición las

manos del dulzainero, quien en ocasiones no puede acceder a

tales agujeros por la longitud del instrumento y por el propio

diámetro de estos.

No se debe cerrar a este apartado instrumental, sin alu-

dir a los acompañantes de la dulzaina y la gaita de fole. Nos

referimos a la

caja

o

redoblante

, membranófono de piel tensa-

da sobre un bastidor con forma de aro, que se percute con dos

palillos denominados baquetas, constituyendo con su son una

parte fundamental del aspecto rítmico del conjunto sonoro, al

vertebrarlo con sus dinámicas o reiterativas melodías rítmicas.

A su vez por un sistema de cuerdas o fornillos, dispuesta sobre

un bastidor con forma de aro, el

bombo

, percutido también por

un único intérprete con una sola maza, compagina sus percu-

siones a contratiempo con las de un platillo metálico anexo en

su parte más alta. El bombo capitaliza una función imprescin-

dible para el conjunto en lo relativo a la velocidad de la inter-

pretación pues, de modo pausado, servirá de guión a esta senci-

lla arquitectura sonora marcando el exacto pulso musical de la

Foto: Dulzainero