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I
NTOXICACIONES
TOXINAS
Existencia de más de diez hidracinas distintas en las setas que cau-
san la intoxicación giromitrínica, la más abundante es la giromitrina.
Las giromitrinas son muy tóxicas en solución acuosa o al vapor,
de lo cual se deduce que es posible intoxicarse sin llegar a comer
setas.
La giromitrina, mediante la hidrólisis, se transforma en el organismo
en monometilhidrazina, sustancia tóxica que posee capacidad he-
molítica y cancerígena.
La consumición sucesiva de pequeñas cantidades de setas que con-
tengan giromitrina llega a ser tóxica, debido a que las dosis son
acumulativas.
Tradicionalmente se han consumido ejemplares secos y tras una
prolongada cocción, una vez retirada el agua. Hoy en día, se sabe
que las toxinas permanecen activas y en cantidades apreciables (en
mayor cantidad en los ejemplares secos que en los cocidos) incluso
en esas condiciones, por lo que no deben consumirse jamás.
INCUBACIÓN
La incubación dura de 6 a 24 horas.
SÍNTOMAS
Sus síntomas recuerdan a los de una intoxicación faloidiana o a los
de una fuerte reacción alérgica. Se presentan si las setas son consu-
midas poco cocinadas, con el agua de cocción, o en estado fresco
(puede ser mortal al consumir sin desecar).
Los primeros trastornos se presentan con naúseas, diarreas y vó-
mitos, seguidos de deshidratación, hipotensión y alteraciones del
ritmo cardíaco. En casos graves hay trastornos nerviosos y altera-
ción hepática y del bazo.
Se trata de de una afección cardiocirculatoria, neurológica, hepática
y renal, produciéndose en algunos casos hemólisis (destrucción de
los glóbulos rojos de la sangre).
TRATAMIENTO
Es posible la muerte a los dos o cuatro días de la intoxicación de-
bido a insuficiencia circulatoria o parada respiratoria.
Además del tratamiento sintomático y de soporte, se aconseja,
como antídoto de las hidracinas, vitamina B6 (piridoxina) por vía
intravenosa. Con el fin de proteger la función renal, se recomienda
la aportación abundante de líquidos en el caso de que la hemólisis
sea muy intensa.
ESPECIES
Cudonia circinans.
Gyromitra esculenta.
Gyromitra gigas.
Gyromitra infula.
Otras especies que contienen
este tipo de toxinas, pero en
cantidades tan pequeñas, que
según los expertos no causan
intoxicación:
Helvella acetabula.
Helvella crispa.
Helvella elastica.
Helvella lacunosa.
Helvella macropus.
Leotia lubrica.
Spathularia flavida.
Leotia lubrica.
Helvella crispa.
INTOXICACIONES DE LARGA INCUBACIÓN
Intoxicación Giromitrínica