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2. Los pendones
Estas banderas o estandartes, denominados
pendones
, descienden de aquéllos
de época medieval que, en principio, se les ha considerado con una función militar al
servir como guías durante las batallas. Bajo ellos se agrupaban las mesnadas o milicias
constituidas por los vecinos de los pueblos cuando eran requeridos para formar un
ejército. No obstante, se apunta la posibilidad de que su origen esté relacionado con la
anterior existencia de una enseña que poseía e identificaba a cada comunidad concejil.
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nuestros días, con las mismas formas y colores, pero con un nuevo y definitivo carácter
civil y ceremonial. Ello justifica, para dar mayor rango a la enseña, que la
vara
fuese
aumentando de tamaño y, consecuentemente, la superficie del
paño
que sostiene. Esto ha
provocado que los
pendones
dispongan de
remos
o
gordones
, unas cuerdas normalmente
de seda roja atadas en la
cimera
, para que los
remadores
puedan ayudar al portador a
mantener
arbolado
el
pendón
en los días de viento.
Los
pendones concejiles
eran y son propiedad del Concejo. En los últimos años se han
restaurado o reproducido un considerable número de ellos.
El
pendón
se compone de una
vara
de madera con acanaladuras en la parte baja,
para ser asido más fácilmente con las manos, a la vez que, mediante una
uña
o gancho
metálico, se apoya, a la hora de portarlo, en un cinto de cuero que lleva el
abanderado
,
pendonero
o
álferez
, que solía ser el
rey de mozos
. Le acompañan los mozos de su quinta
o los mozos solteros, interviniendo cuando llega el relevo. Al tiempo se hacen alardes de
fuerza en el momento de las reverencias procesionales, cuando se abate el pendón para
besar con la
vara
la de otro, cuando se baila, en las demostraciones de pericia a la hora
de ser “trepado”, de equilibrio al apoyarle sobre la mano o el mentón o cuando se porta
sin manos.
La mayoría de ellos tienen una longitud entre cinco y diez metros. Suelen pintarse de
rojo, verde o azul. La parte alta o
cimera
se remata con un enramado de hojas, un ramillete
de flores o una cruz de bronce, con la que se justifica su presencia en las procesiones. En
no pocos casos y por debajo de la cruz, lleva una
manga
de paño tableado e, incluso, unas
colonias
de seda.
Por la
cimera
de la
vara
se
introduce el dobladillo lateral
del
paño
, para así sujetarlo al
varal
. Posee una escotadura
que hace que el
paño
termine
en dos puntas, la inferior de
menor tamaño para que no
arrastre. La tela utilizada suele
ser de seda, conocida como
damasco
, caracterizada por
tener como dibujo una granada
o alcachofa, que no ha variado
desde la Edad Media.
Pendones. Tapia de la Ribera