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mados, como la
androya
, el chorizo, la morcilla, el
botillo
, sal-
chillón, amén de jamones, brazuelos, lomos, costillas, tocino de
la barbada y de más partes del animal que tienen su particular
aprovechamiento, y que se están comercializando en San Félix
de Arce, La Pola de Gordón, Geras de Gordón, Villamanín,
Fontún, Rioseco de Tapia, Soto y Amío, Coladilla, Vegacervera,
etc.
Estos productos obtenidos en esa época invernal, se
convertían en platos tradicionales de las fiestas de Navidad.
Así, en la cena de Nochebuena era típico comer
androchas
(androya) con patatas y arroz, castañas cocidas y luego tosta-
das, torta dulce, avellanas y nueces, guardando evidente con-
cordancia con los productos que la naturaleza proporcionaba en
esos momentos. Igualmente, se comía y se come el
botillo
-lla-
mado
butiexu
en Laciana, y
yosco
en Babia, Luna y Omaña-
con arroz o con cachelos y berza. Es un embutido que sirve de
ejemplo en cuanto al amplio aprovechamiento que permite la
carne de cerdo y de que la cocina popular nunca tuvo dispen-
dio. Prueba de ello es la
tortilla de grucho
que se prepara en
Laciana con trozos de carne y huevo batido, y los
entrecocidos
con chorizo, morcilla, costilla, oreja, lengua y morro de cerdo,
mezcladas con lengua de vaca, carne de chivo y lacón, en la
zona de La Tercia y Gordón.
Después del porcino, las carnes de ovino y caprino son
las propias de estas comarcas. De la tradición pastoril se ha
heredado la
chanfaina
o
chanflaina
la caldereta, el frite y la fri-
tada, tan propios de Babia.
La
chanfaina
es plato que se realiza básicamente con
sangre, menudillos de cordero y miga de pan, además de otros
condimentos. Su elaboración es tan delicada como la de la
cal-
dereta
y el
frite
de cordero, dos modalidades que se diferencian
en que para la primera se utiliza una res adulta y mayor canti-
dad de agua en su elaboración, mientras que en la segunda ha
de ser un cordero de no más de 30 kg, que en realidad se fríe
más que se guisa.
En cuanto a la
fritada
, se realiza con costillas de cor-
dero o de ternera, con cebolla y ajos picados, y un machacado
de ajo perejil y vino blanco, guisadas, paradójicamente, en agua
y a fuego lento.
Pero a su vez se preparan otros suculentos platos con