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que practica una lucha con las características y normas de ésta,
aunque guarde semejanza con otras y sea de origen grecolatino.
Deporte noble, que exige fuerza y destreza para poner en prác-
tica las mañas que permiten derribar al contrincante, de modo
que con la
dedilla
, el
garabito
, el
tres pies
, la
gocha
, la
media -
na
, la
cadrilada
, la
media vuelta
, el
rodillín
y el
remolino
, es
posible vencer. Se celebra en los llamados
corros
, formados por
la sencilla colocación en círculo de los aficionados. Era una
costumbre que solía cumplirse casi todos los años en las fiestas
de los pueblos, a la que acudían los mozos de otros lugares,
donde, en un momento de la tarde, se retaban y pasaban a cele-
brarse los combates. De esos retos espontáneos de otro tiempo,
nació una rivalidad entre la montaña -famosos fueron los lucha-
dores del valle del Torío- y la ribera, que ha continuado en la
actualidad, cada temporada.
La circunstancia de que sea un deporte federado, ha
supuesto una mayor organización en el establecimiento de los
corros
, siempre en verano, así como en la protección de los
luchadores, mejora de los premios y movilidad provincial de
los deportistas, lo que supone un gran aliciente que atrae a
numerosos seguidores y que es seguido semanalmente por la
prensa local.
El
balto
, es una forma de lucha leonesa practicada
especialmente en Omaña, Babia y Luna, que se diferenciaba de
aquélla en la forma de agarrarse los luchadores, esto es, en vez
de hacerlo por el cinturón, se efectuaba por la espalda sin
mediación de pieza alguna para asirse.
En cuanto al lanzamiento de
barra
, también llamada
palanca
en Laciana y en el Bierzo, sólo se hacía determinados
momentos o en fiestas. Se trata de un deporte también greco-
rromano, que se ejecutaba con una barra llamada
vectis
o
lin -
gulata
, y que tenía uno de sus extremos en punta. La barra
actual tiene 75 cm y 8 kg de peso, debe lanzarse una vez por
arriba y otra por abajo, y es obligado que caiga en punta. En
Omaña, Babia y Laciana todavía se puede asistir y participar,
como sucede de manera especial en la romería de Pandorado.
la tradición oral
A fuer de equivocarnos, debemos entender esta tradi-
ción como parte de la
cultura animi
, es decir, la cultura del espí-
ritu y del intelecto que se transmite de forma hablada. Es la