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Monte del Castro y detenerse en la ermita de Santa Lucía, hoy
en ruinas, entrar finalmente en La Devesa y Llanos, al pie de
célebre castillo de Alba. En la parroquia de Llanos se guarda
celosamente la talla policromada de Santiago Matamoros, que
preside el retablo mayor, y que la tradición vincula a las haza-
ñas del Capitán Tusinos y una gran batalla contra los moros
que, una vez derrotados y convertidos gracias al Apóstol, fun-
daron la aldehuela de Santiago, cerca de la fortaleza.
el valle de gordón
A partir de Peredilla, ya en el valle de Gordón, el
camino discurría más holgadamente por la vega del Bernesga,
atravesando la pulcra ermita del Buen Suceso, patrona de
Gordón, y la villa de Huergas-El Millar, para entrar finalmente
en la capital concejil, la próspera villa de La Pola de Gordón.
Es éste uno de los tres lugares citados entre León y los puertos
por el itinerario francés de 1718, junto con Buiza y Arbas, y
sabemos por el Catastro de Ensenada que contaba a mediados
del XVIII con un hospital
para peregrinos y pobres,
cuya fundación, según se
afirma entonces, era muy
antigua. En La Pola, el
camino se bifurcaba de
nuevo, separándose del
cauce una de las variantes,
cruzando el célebre Puente
del Tornero, junto al que
creció el primitivo núcleo que dio origen a la puebla, y que es
denominado en el siglo XII, precisamente, La Ponte. Venía
luego la aldea de Beberino, cuyo vecindario se ocupaba del
mantenimiento de la obra del puente y la calzada, y donde exis-
tió otra ermita más dedicada a la Magdalena, con su correspon-
diente cofradía, en la cual, nos dice Madoz, se reunía la com-
pañía de los Doce Clérigos Nobles de Gordón. Y luego Buiza,
por donde el Camino seguía la vieja calzada romana de la que,
en algunos tramos, todavía pueden verse los enlosados de la
obra primitiva, pese a las mejoras emprendidas en el siglo XVI
por el obispo de Oviedo fray Diego de Muros. El paraje es
denominado San Antón, y allí afirma la tradición que existió un
convento, al lado del Camino Real, acaso vinculado a la Orden
de San Antonio Abad, y junto a él un mesón, lo que hace pen-
sar que fue el lugar de asiento del hospital para peregrinos que
se cita en esta aldea en el XVIII, y que estaba dotado con algu-
Foto: Ermita del Buen Suceso