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nos bienes en la comarca. Desde allí, la calzada descendía nue-
vamente hacia el Bernesga, bien a través de Rodiezmo, en cuyo
término se cita una cofradía de la Magdalena, bien, por una acu-
sada pendiente, hasta alcanzar Villasimpliz. Aquí estuvo otro
destacado hospital, fundado en 1548 por el canónigo leonés
Fabián Bayón, quien estableció que fuese atendido por un hos-
pitalero que residiera en el mismo, y que se diese a peregrinos,
pobres y enfermos agua, fuego y sal, y se mantuviese la puerta
abierta tanto de día como de noche. Además, debería tocarse la
campana del hospital cuando las condiciones del tiempo así lo
requiriesen, para orientar a los peregrinos. Sabemos que conta-
ba en el siglo XVIII con su propia cofradía.
Volviendo atrás, a La Pola, la otra variante apuntada
salía de la villa y continuaba hacia el norte a la vera del cauce,
por términos de Vega de Gordón, Santa Lucía y La Vid, reco-
rrido al que se aventura, por cierto, Jovellanos, cuyo relato deja
claro testimonio de sus dificultades y peligros, debiendo
vadear el río dos veces antes de La Vid, y otras cuatro hasta
alcanzar Villasimpliz. Entre esta aldea y La Vid, en medio de un
impresionante paisaje de hoces y gargantas, en lo alto de la
Peña de la Gotera, se halla la ermita de San Lorenzo, docu-
mentada como San Vicente ya en el siglo X, aunque la obra
actual es bastante posterior. La tradición afirma estar cimenta-
da con los huesos del cuélebre o dragón que asolaba estas
comarcas en tiempo de la evangelización de España, y que hubo
de matar San Llaurente por medio de un astuto ardid. Algunos
autores vinculan sus orígenes a las peregrinaciones a Oviedo,
que seguirían la calzada de origen romano, cuyos tramos empe-
drados pueden todavía verse en varios puntos. En La Vid
desembocaba también el camino que, procedente de la vecina
ribera del Torío, enlazaba con el del Salvador, y que debió de
ser utilizado por los peregrinos, que en Vegacervera tenían su
oportuno hospital, atendido por una cofradía local.
LA tierra de argüello
El último tramo leonés de este camino discurría por
tierras del valle argollano de La Tercia, tierras altas y frías que
daban paso a las Asturias por los puertos de Arbas. Al poco de
Villasimpliz, la calzada cruza a la margen izquierda del
Bernesga por el puente del Tueiro, ascendiendo hasta el
siguiente núcleo de población, Villamanín, donde comenzaba el
concejo denominado expresivamente la Tercia del Camino, casi
todo él extendido a lo largo de esta importante calzada. En