30.
Santuario de La Garandilla
Detalle del suelo
Oro… y otros tesoros
Pero no es solo oro lo que
encierran las entrañas de esta
tierra; en el valle de Samario
se explotaron hasta hace unas
décadas algunas vetas de carbón.
Entre las escombreras, como en
Las Coberteras, resulta ahora
sencillo encontrar algunos fósi-
les, testigos pétreos de antiguas
formas de vida que poblaron
estos valles hace unos 300 millo-
nes de años, cuando el clima
era mucho más benigno que el
actual. Se trata principalmente
de restos vegetales, entre los que
destacan frondes y troncos de
helechos, algunos arborescentes.
Forman parte de nuestro pasado
y están considerados patrimonio
paleontológico y, en consecuen-
cia, protegidos por la ley, por lo
que su recolección no está per-
mitida. La conservación de estos
yacimientos es tarea de todos.
También en Valdesamario destaca el santuario de La Garandilla, bajo la
advocación de Nuestra Señora de las Angustias, cuya festividad se celebra el 8
de septiembre y a la que acuden no pocos vecinos de toda la comarca. De traza
herreriana, aunque remodelado en el s. XVIII, en él destaca su torre, que en su
base muestra tres arcos que dan acceso al templo, con un suelo empedrado muy
lucido. Se piensa que el culto a
la Virgen debe ser muy anterior
a estas fechas, quizá del s. XII,
cuando algunos peregrinos ele-
gían esta zona para acceder al
valle de Tremor y al Bierzo en
su camino a Compostela. De
esta época se conserva en el
museo diocesano de León una
Virgen románica, quizá la titular
nativa del templo.