En los ratos de ocio, para
entretenerse, los jóvenes del pueblo
practicaban varios juegos populares
como “la calva” o “la chita”.
El juego consistía en derribar
“la calva” (palo de tres patas), con
otros palos que se lanzaban desde una
cierta distancia. Los distintos lanza-
mientos se puntuaban dependiendo del
acierto en el tiro; el máximo lo realiza-
ba quien derribaba la calva directamen-
te, sin que la lanzadera tropezase con
ningún obstáculo.
Es un juego de puntería, cuyo
origen hay que buscarlo en ambientes
pastoriles. La destreza lanzando piedras
u objetos ha sido siempre una habilidad
propia de pastores.