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También son pocos, y muy mayores, los
que recuerdan la celebración del Oficio
de Tinieblas, que no era más que el rezo
de los salmos del Oficio Divino, que
se recitaban al caer la tarde del Jueves
Santo tras la celebración de la Misa de la
Cena del Señor. En Lorenzana, Santibáñez
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Riosequino de Torío o Gete todavía hay
vecinos que mantienen en la memoria
distintos aspectos de su celebración.
Para el Oficio de Tinieblas se disponía
de un candelabro especial de forma
triangular, llamado tenebrario. Albergaba
15 cirios dispuestos siete a cada lado y
uno en el extremo superior; con ellos se
representaba a los doce apóstoles y con
los tres restantes a la Santísima Trinidad.
Los cirios estaban encendidos y, al finalizar
el rezo de cada salmo, el sacristán los iba
apagando, alternando los de un lado y los
de otro, empezando por los extremos. La
vela central no llegaba a apagarse nunca,
sino que se cubría y, en ese momento, el
templo quedaba a oscuras, rememorando
las tinieblas que, según la tradición
cristiana, cubrieron el cielo tras la muerte
de Jesús en el Gólgota. El cirio central,
mayor y más blanco que los demás,
permanecía encendido durante toda la
Palacios del Sil
Monumento. Riello
Jueves Santo. Procesión del Encuentro en la Amargura. Palacios del Sil