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PRIMAVERA, TIEMPO DE ROGATIVAS

El ciclo festivo de primavera está condicionado por dos factores determinantes. En primer

lugar, la explosión de vida que comporta la llegada de la primavera, que marca un tiempo

de esperanza en las buenas cosechas y en la cría del ganado. Es por tanto, tiempo de

invocar la protección de campos y animales, de solicitar el favor divino para la lluvia y

contra las adversidades del clima. Así, los ancestrales ritos paganos de la fertilidad se

fueron tornando en rogativas a vírgenes y santos con la celebración de no pocas romerías

que, en la actualidad, mantienen sobre todo su carácter lúdico y festivo, convertidas en

motivo de reunión social y vínculo comunitario.

En segundo, la celebración de la Pascua de Resurrección, fiesta grande por excelencia

en el calendario cristiano. Se trata de una festividad con fecha variable, pues la Pascua

siempre coincide con el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera, por lo

que puede oscilar entre el 22 de marzo y el 25 de abril. De ella van a depender otras

celebraciones también variables y que marcan el calendario litúrgico: además del tiempo

de Cuaresma, con una duración de los 40 días anteriores y de la propia Semana Santa,

se determinan el día de la Ascensión, 40 días después del Domingo de Resurrección;

Pentecostés, 50 días después del mismo, y Corpus Christi, a los 60 días. Antaño, algunas

de ellas coincidían en jueves, de ahí el dicho: “hay tres días en el año que relucen más que

el sol, Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”. Ahora, por motivos prácticos,

se han trasladado al domingo siguiente.

Cumplidos los días de la Pascua de Resurrección, la primavera se convierte en tiempo de

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quien difundió por toda Europa la creencia en las rogativas como súplicas de los fieles para

invocar la protección de Dios y los santos contra las malas cosechas, la peste y el hambre.

Son muchas las rogativas que se celebran en León, algunas tan renombradas como la de

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de La Garandilla, Camposagrado o Nuestra Señora de La Tercia. En otros casos, como en

Pandorado, Boinas o Carrasconte, la rogativa primaveral ha perdido cierto protagonismo

en favor de la romería que se celebra durante el verano.

Romería de Camposagrado / La Cruz de Mayo. Cabanillas / San Antonio de Padua. Aralla de Luna