

Localidad/punto de acceso:
Varias localidades
Municipio:
Villablino
Punto de observación:
Falta
Coordenadas:
Falta
58
Las lagunas de los Llaos ocupan las cubetas excavadas por el glaciar.*
Panorámica del glaciar rocoso de Peña Cefera.*
*Fotografías: Javier Santos.
La cabecera del Valle Gordo está delimitada hacia
el sur por el cordal rocoso que se eleva entre los picos
Catoute y Suspirón. Este cordal, constituido mayorita-
riamente por cuarcitas originadas durante el Cámbrico y
el Ordovícico, hace unos 500 millones de años, supera
en varios puntos los 2.000 metros de altitud, por lo que
fue un lugar idóneo para el asentamiento del hielo du-
rante las glaciaciones del Cuaternario.
En dicho cordal se sitúan los picos Arcos de Agua y
Peña Cefera, dos cumbres que enmarcan parte de sen-
dos “circos glaciares”. Estos circos ofrecen el aspecto
de depresiones semicirculares delimitadas por paredes
escarpadas, donde se acumulaba la nieve que, al com-
pactarse, originó el hielo glaciar. Cuando la cantidad de
hielo acumulado superaba un nivel crítico, comenzaba a
fluir ladera abajo generando un “glaciar”. En su avance,
el glaciar erosionaba el suelo y las paredes por donde
fluía, y arrancaba fragmentos de las mismas. Los mate-
riales arrancados eran acumulados en el extremo frontal
o a ambos lados de la lengua de hielo, dando origen a
“morrenas”. En el circo de Arcos de Agua el hielo excavó
el suelo y provocó varias depresiones o “cubetas de so-
breexcavación”. Cuatro de estas cubetas están rodea-
das por pequeñas morrenas que evitan que el agua que
contienen escape por la ladera. Así surgieron las lagunas
de los Llaos, firme evidencia del paso del hielo glaciar.
Además, en el entorno de ambos picos son abun-
dantes las manifestaciones de procesos “periglaciares”
es decir, de procesos ligados a la acción del hielo cuan-
do su origen no es glaciar. Tras la última glaciación, la
elevada altitud favoreció la persistencia de neveros y de
suelos congelados; el hielo formado en las fisuras de las
cuarcitas provocaba el desgajamiento de bloques que se
acumulaban en el circo y que se mezclaban con la nieve
y el hielo acumulado. Entonces, el conjunto de bloques
comenzaba a fluir por la ladera, como si de un glaciar se
tratase, ya que el hielo existente entre los fragmentos
rocosos confería cierta plasticidad al conjunto; estas
estructuras se denominan “glaciares rocosos”. Aunque
en la actualidad no poseen hielo y se encuentran inac-
tivos, este paraje cuenta con tres buenos ejemplos: dos
de ellos, de reducido tamaño, aparecen en el circo de
Arcos de Agua y al oeste del circo de Peña Cefera. De
este último circo parte el tercero, uno de los mayores
glaciares rocosos de la cordillera Cantábrica, el glaciar
rocoso de Peña Cefera, que dibuja una larga lengua de
más de 600 metros de longitud.
Las lagunas están cerradas por pequeñas morrenas que, a modo
de diques, evitan que el agua escape por la ladera.*
Posada de Omaña /
Vegapujín
Municipio:
Murias de Paredes
Punto de observación:
Acceso por pista desde
Posada de Omaña y Vegapujín
Coordenadas:
Huso 29; X 725772; Y 4741510
Pc C O S D Ca P T J Cr Pa N Q
Estratig.
Tectónico
Paleont.
Mineralog.
Geomorfológico
Glaciar
Fluvial
Kárstico
Otros
La acción del hielo en los picos Arcos de Agua y Peña Cefera