

Localidad/punto de acceso:
Varias localidades
Municipio:
Villablino
Punto de observación:
Falta
Coordenadas:
Falta
67
Valle de Viadangos desde las inmediaciones
del collado de Gistreo.
i d ngos de Arbas
ma ín
Acceso por pista desde
Viadangos de Arbas (dirección NO)
Coordenadas:
Huso 30; X 274696; Y 4760076
Pc C O S D Ca P T J Cr Pa N Q
Estratig.
Tectónico
Paleont.
Mineralog.
Geomorfológico
Glaciar
Fluvial
Kárstico
Otros
El valle glaciar de Viadangos de Arbas
A lo largo del Cuaternario la Tierra ha sufrido varias
“glaciaciones”, es decir, periodos muy fríos en los que
gran parte del agua existente en los continentes apare-
ce en forma de hielo. La nieve acumulada año tras año,
acaba por compactarse y origina esas grandes masas
de hielo. Entre 40.000 y unos 10.000 años atrás, la
cordillera Cantábrica estuvo sometida a la última gla-
ciación, de la que se conservan numerosas
huellas en el paisaje.
Los “glaciares”, auténticos ríos de hie-
lo, se desplazaban entonces muy despacio
por las laderas de las montañas, ejercien-
do un gran poder erosivo sobre los valles
por los que discurrían.
Uno de los mejores ejemplos de valle
glaciar puede observarse en Viadangos de
Arbas. Desde su cabecera, a más de 1.800
metros de altitud, hasta su unión con el
valle de Casares, a unos 1.200 metros, se
suceden numerosas manifestaciones de
ese último episodio glaciar, que se distri-
buyen a lo largo de los más de 6 kilóme-
tros de longitud del valle.
Según los cálculos de los especialistas,
el glaciar de Viadangos alcanzó los 160
metros de espesor; en algunos puntos de
su cabecera se produjeron “escapes” de
hielo hacia el contiguo valle de Casares,
denominados “transfluencias” por los geomorfólogos,
favorecidos por la existencia de dos pequeños colla-
dos, el de Cabachonal y el de Gistreo. Como fruto de
su paso por los collados, el hielo excavó depresiones
que persisten en la actualidad
ocupadas por pequeñas lagunas y
turberas.
Llama la atención el perfil del
valle, con una evidente forma de
“U”. El hielo, a diferencia del agua,
no solo erosiona las rocas que se
sitúan debajo de ella, sino también
las que se encuentran a sus lados,
en las laderas de los valles; por
este motivo, el valle adopta una
forma más redondeada y abierta.
Además, en las inmediaciones del pueblo de Via-
dangos pueden observarse varias “morrenas”, grandes
depósitos de materiales arrastrados por el glaciar que
acabaron acumulados en distintos puntos de su trayec-
toria.
Perfil en “U” del valle de Viadangos en su tramo medio.
Lagunas y turberas en el collado de Gistreo, por donde el hielo se desbordó hacia el valle de Casares.