

Localidad/punto de acceso:
Varias localidades
Municipio:
Villablino
Punto de observación:
Falta
Coordenadas:
Falta
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Panorámica de Villasimpliz, en la que se distinguen las rocas
ordovícicas y silúricas que atraviesan los túneles.
illasimpliz
La Pola de Gordón
En los alrededores del
cementerio de Villasimpliz
Coordenadas:
Huso 30; X 283616; Y 4755202
Pc C O S D Ca P T J Cr Pa N Q
Estratig.
Tectónico
Paleont.
Mineralog.
Geomorfológico
Glaciar
Fluvial
Kárstico
Otros
Los fósiles silúricos de Villasimpliz
Tres ejemplos de graptolitos procedentes de Villasimpliz.
Escombrera situada junto al cementerio de Villasimpliz.
A la hora de realizar cualquier estudio de campo, la
accesibilidad de los elementos de interés es un factor
determinante que puede marcar la diferencia entre el
éxito o el fracaso de la investigación. En el caso de la
Paleontología, son muchas las ocasiones en que las ro-
cas y los fósiles que estas contienen se ubican en super-
ficies muy inclinadas, o en enclaves muy distantes sin
apenas posibilidad de acceso. También es frecuente que
aparezcan totalmente cubiertas por una densa capa de
vegetación, o que se encuentren a varios metros bajo
tierra, haciendo inútil cualquier intento de alcanzarlas.
En estos casos, es muy frecuente tener que recurrir a
la resignación y afanarse en hallar un lugar de estudio
alternativo. Sin embargo, en otras ocasiones, la cons-
trucción de grandes infraestructuras como carreteras,
puentes, túneles, minas o canteras, permite un acceso
directo a estas rocas que, de otra manera, permanece-
rían ocultas.
En Villasimpliz, durante la construcción de los tú-
neles del Tueiro, que permiten el paso de la carretera
nacional N-630 y de la línea de ferrocarril León-Gijón,
se atravesaron varias capas de roca de diversa natura-
leza depositadas en los mares de los periodos Ordoví-
cico y Silúrico. Muchas de las rocas extraídas durante
la obra, a las que hay que sumar las derivadas de obras
posteriores, como la construcción del cementerio de
Villasimpliz, fueron acumuladas en escombreras en las
que, si se presta atención, pueden reconocerse sus fósi-
les característicos.
La escombrera situada junto al cementerio, consti-
tuida por fragmentos de lutitas negras de la Formación
Formigoso, del periodo Silúrico, es rica en fósiles de
gasterópodos y bivalvos muy parecidos a los de ahora,
de pequeños cefalópodos similares a los actuales cala-
mares y, sobre todo, de graptolitos, unos curiosos seres
que vivieron durante el Paleozoico y que llegaron a ser
muy abundantes. Su nombre deriva de los términos
griegos
graphos
(escrito) y
lithos
(piedra), ya que apa-
recen como trazos oscuros y brillantes sobre las rocas.
Un graptolito es una colonia de organismos constituida
por diminutos tubos que se unen formando una o dos
series. Dado que el ápice de cada tubo tiene una morfo-
logía triangular, la colonia adopta un aspecto de sierra,
aunque como puede apreciarse en la imagen, existen
formas muy variadas. En el interior de cada tubo vivía
un minúsculo individuo que captaba alimento del agua,
ya que las colonias de graptolitos flotaban a la deriva a
merced del oleaje y de las corrientes marinas.