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el habla
Si el lenguaje es vínculo de unión, esta área provincial
ha mantenido hasta no hace mucho tiempo, el viejo dialecto
llïonés
, al que se le viene considerando como un conjunto de
hablas romances subordinadas al latín que se hablaron en el
antiguo Reino de León. Pero la imposición del castellano en
tiempos de Fernando III y su posterior unificación ortográfica
en el siglo XIV, determinó el que no alcanzara la categoría de
idioma. No obstante, aún quedan retazos del mismo, converti-
do en un sistema lingüístico reducido a lo que nostálgicamente
se considera como
nuesa fala
o
nuetxa txingua
, es decir, ha
dejado de ser dialecto para devaluarse en simple habla, aunque
con establecimiento social definido.
Ese
llïonés
y esa
fala
han sido la expresión más elo-
cuente de la cultura de los pueblos del noroeste provincial, hoy
casi perdidos por la castellanización, que ha sido más temprana
y definitiva en zonas de los valles del Bernesga y Torío. Aún
con todo, en esa variedad diatópica perviven expresiones, léxi-
co y variantes de ese antiguo dialecto y de esa habla, como
sucede con el
cepedano
, con el
bable
, con el
pachxuezu
-que
admitió a su vez diferencias lingüísticas entre Laciana, Babia y
Omaña en su extremo occidental-, y con la
faliechxa
, habla que
posiblemente deriva de la anterior, propia de aquellos vaqueiros
de Alzada que recorrían con sus ganados las montañas astur-
leonesas entre Babia y Laciana. Si el
cepedano
, como habla
arcaica, todavía persiste y se recopila en vocabularios publica-
dos, y el
bable
es conservado en Asturias, las otras, desgracia-
damente, se han perdido en casi su totalidad, sobre todo el habla
vaqueira
.
Sobre las características del astur-leonés es notorio la
conservación de la inicial
f
por la
h
, la palatización de la
l
para
hacerla
ll
o
tx
, la diptogación de
uo
de la
o
tónica, la conversión
de
o
en
ué
y de
e
en
ié
, así como los peculiares diptongos decre-
cientes
ei
y
ou
y la tendencia a trasformar las vocales finales
o
y
e
en
u
y en
i
.
Un autor leonés, Melchor Rodríguez Cosmen, lacia-
niego para más señas, comenta sobre el
pachxuezu
, que “
su
centro radicó en el antiguo concejo de Leitariegos y su zona de
influencia alcanzó, por el Norte hasta los concejos de
Belmonte, Tineo y Allande; por el Sur, las regiones de Babia
,